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Científicos checos desarrollan un detector de sustancias químicas para incrementar la seguridad del transporte

Una empresa checa de diseño y producción de instrumental para los campos de las ciencias de la Tierra y el medio ambiente ha anunciado que está desarrollando un nuevo detector que puede contribuir a suavizar la normativa de seguridad de los aeropuertos, concretamente la refere...

Una empresa checa de diseño y producción de instrumental para los campos de las ciencias de la Tierra y el medio ambiente ha anunciado que está desarrollando un nuevo detector que puede contribuir a suavizar la normativa de seguridad de los aeropuertos, concretamente la referente al transporte de líquidos, según se informa en el boletín Science and Media Newsletter de Ceská hlava. El nuevo detector, capaz de reconocer sustancias peligrosas en tan sólo un segundo, sin duda supondrá un gran alivio para los pasajeros. El Dr. Jirí Bláha, director de RS Dynamics, que coordina el proyecto, declaró al medio indicado que «el sector del transporte está sometido a presión para que suavice las medidas de seguridad, lo cual nos animó a buscar formas de posibilitar que los viajeros transporten líquidos en el equipaje de mano. Por esta razón estamos desarrollando este detector.» El Dr. Bláha auguró que dicho aparato estará listo en el plazo de tres años. Según dijo, se trata de un sistema extraordinario, dado que podrá reconocer la sustancia de que se trate sin necesidad de abrir el recipiente para tomar una muestra. El Dr. Bláha también señaló que el detector contará con una «plataforma de lectura» en la que se situarán antenas de análisis. Cada recipiente con líquido se colocará en dicha plataforma y se conectará a una unidad de evaluación. Una vez analizado podr�a retirarse de la plataforma, añadió. «Actualmente estamos trabajando en lograr que la máquina sea lo más exacta posible», informó el Dr. Bláha. «La dificultad radica en las distintas formas que pueden tener los recipientes de plástico y vidrio.» Al mismo tiempo, los científicos responsables buscan formas de determinar el conjunto de sustancias identificables. Habrá líquidos que no dejarán de estar prohibidos a bordo, como el peróxido y el quitaesmalte de uñas, ya que pueden emplearse para fabricar explosivos. Según otra cita del Dr. Bláha en el medio indicado, «la presión que recibe el sector del turismo en todo el mundo para que suavice las estrictas medidas de seguridad en aeropuertos, nos ha llevado a buscar modos de que los pasajeros puedan llevar ciertos líquidos en su equipaje de mano garantizando la seguridad del transporte aéreo». «Las estrictas normas que se aplican actualmente en muchos aeropuertos internacionales están justificadas, porque por el momento no existe un método fiable de detectar con rapidez la presencia de líquidos peligrosos, por ejemplo los que podrían ser explosivos.» El Dr. Bláha indicó que, si bien en el mundo ya existen algunos sistemas similares de detección, cada uno funciona de acuerdo a principios distintos. Además, estos sistemas tienen pendiente la asignatura de la precisión, dificultada por las muy diversas formas de los recipientes que contienen los líquidos, sean peligrosos o inocuos. Otro aspecto por resolver es la aplicación de un método similar para analizar líquidos enlatados, subrayó el director del proyecto. Entretanto, Prague Monitor informó que RS Dynamics ya ha colaborado en el tema de las medidas de seguridad con el aeropuerto de Praga, que respalda el nuevo sistema de detección. «Opinamos que es una buena noticia, aunque no lo adoptaremos de inmediato», según la portavoz de dicho aeropuerto, Eva Krejci. «En primer lugar, es necesario que la Unión Europea dé luz verde a una suavización de los controles de seguridad y al uso de este detector de sustancias. A continuación, los propios detectores deberán superar los controles de certificación necesarios. Así pues, tendrán que pasar varios años.» Hace más de dos años se implantaron en todos los aeropuertos de la UE medidas rigurosas de seguridad y la prohibición de transportar líquidos a bordo de aeronaves. Los pasajeros no pueden llevar en su equipaje de mano recipientes que contengan más de cien mililitros de líquido o gel, ni siquiera botellas que contengan agua u otros líquidos. Los únicos recipientes permitidos son aquellos adquiridos una vez pasados los controles de seguridad. La UE se plantea actualmente suavizar la estricta normativa a partir de 2010. Según citas de diversas fuentes, sistemas como el desarrollado por estos investigadores checos contribuirían a que se cumpla ese plan.

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