Un proyecto de la UE pone de relieve la relación entre el consumo de frutas y la salud
El proyecto financiado con fondos comunitarios ISAFRUIT («Incremento del consumo de frutas mediante un enfoque interdisciplinario conducente a productos de gran calidad con métodos sostenibles y seguros para el medio ambiente»), en colaboración con la Sociedad Internacional de Ciencias Hortícolas (ISHS), ha publicado un volumen de la serie Scripta Horticulturae que contiene información basada en el foro de salud de ISAFRUIT «Incremento del consumo de frutas para mejorar la salud». El objetivo de este proyecto es promover el consumo de frutas entre los europeos. ISAFRUIT cuenta con una financiación de 13,8 millones de euros del Sexto Programa Marco. Los científicos aseguran que seguir una dieta rica en frutas y verduras, con independencia de si son frescas, envasadas, congeladas o en forma de zumo, es fundamental para disfrutar de salud en el futuro. Según dicen, de esta forma disminuyen los riesgos de padecer diversas enfermedades crónicas y se reducen drásticamente los niveles de colesterol. ¿Cómo se puede animar a la gente a comer más fruta? Según los socios de ISAFRUIT, cuanto más satisfecho se sienta el consumidor con los productos que tiene su alcance, más frutas consumirá. Los productores pueden contribuir a incrementar el consumo de fruta entre los europeos atendiendo a cuestiones como la disponibilidad de frutas, su calidad, su sabor, las preferencias del consumidor y la vertiente ecológica de la producción, añadieron. Según estadísticas recientes, el mayor consumo de fruta en Europa se registra en Grecia, España, Italia y Países Bajos, donde cada persona consume de media entre 70 y 100 kilos al año, seguidos por Alemania, Polonia y Reino Unido, donde el consumo medio anual por persona es de entre 40 y 60 kilos. Pese a ello, los científicos señalan que el consumo de fruta de los europeos está lejos de ir al alza, y recuerdan que muchos ciudadanos siguen sin tomar la porción diaria mínima recomendada de cinco piezas de fruta y verdura fresca. El foro de ISAFRUIT, que se celebró el pasado noviembre en Bruselas (Bélgica), atrajo a especialistas en ciencias sociales y naturales quienes expusieron en sus ponencias los resultados y las actividades de su labor investigadora. Echando mano de las ciencias del consumo, los especialistas en ciencias sociales revelaron y explicaron los patrones de las variaciones en el consumo de frutas en toda Europa. Quienes participaron en este foro analizaron los motivos de que el consumidor se comporte como lo hace y evaluaron su actitud ante las innovaciones. El equipo científico de ISAFRUIT evaluó también diversos aspectos de las frutas y de las cadenas de suministro de estos productos para juzgar su efectividad y coordinación. Los socios de ISAFRUIT también trabajan en el establecimiento de métodos de producción sostenibles que permitan ahorrar en recursos energéticos y naturales así como limitar el uso de plaguicidas y fertilizantes. Esto ayudará a los investigadores a sentar las bases necesarias para estudiar las fases de la cadena de suministro que siguen a la cosecha, bases que, a su vez, facilitarán el cumplimiento de las normas de consumo y garantizarán una gran calidad de los productos. Los investigadores explicaron que, pese a ser un hecho reconocido universalmente que la dieta rica en frutas y verduras puede mejorar el bienestar de los seres humanos, sigue habiendo algunas incógnitas con respecto a las características de la fruta que tienen la propiedad de mejorar la salud. Por otro lado, en ISAFRUIT también estudian la alergenicidad de la fruta, concretamente de las manzanas, y tratan de detectar las sustancias que provocan reacciones alérgicas en los humanos. Los genetistas y horticultores de ISAFRUIT tienen el propósito de facilitar al consumidor alimentos que tengan un potencial de alergenicidad reducido o nulo, mediante la adopción de técnicas innovadoras de cultivo y/o técnicas modernas de reproducción, recurriendo también a la biotecnología. ISAFRUIT comenzó en 2006 y su clausura está prevista para 2010. Cuenta con la pericia de 300 científicos de 60 instituciones de investigación y desarrollo y de pequeñas y medianas empresas (PYME) de 16 naciones de todo el mundo.