Éxito internacional: secuenciado el genoma del tomate
Gracias a un importante estudio internacional se ha logrado secuenciar el genoma del tomate cultivado (Solanum lycopersicum) y de su pariente silvestre más próximo, Solanum pimpinellifolium. Los resultados, presentados en la revista Nature, podrían conducir al desarrollo de herramientas innovadoras capaces de ayudar a aumentar la producción de tomate en todo el mundo y reducir costes. El estudio fue financiado en parte por el proyecto EU-SOL («Cultivos solanáceos de gran calidad en beneficio de consumidores, productores e industria de la transformación mediante la exploración de la biodiversidad natural»), que recibió fondos por valor de 18,7 millones de euros en virtud del área temática «Calidad y seguridad de los alimentos» del Sexto Programa Marco (6PM) de la Unión Europea. Al secuenciar ambos genomas, el Consorcio del Genoma del Tomate (TGC), un equipo de más de trescientos científicos de catorce países, ha dado un paso más para ayudar al sector agrícola a combatir las plagas, los agentes patógenos, las enfermedades y las sequías que causan estragos en dicha industria. Además, existen muchas posibilidades de que otros cultivos puedan beneficiarse de este descubrimiento. Gracias a dicho estudio, los investigadores no sólo nos ofrecen información clave sobre la asociación entre los genes y los rasgos del tomate sino que, además, mejoran nuestra comprensión de cómo la genética y los factores ambientales actúan de manera conjunta a la hora de determinar la salud y la viabilidad de un cultivo agrícola. Un resultado interesante del mismo se refiere a cómo el tomate ha logrado adaptarse a nuevos entornos. Según los investigadores, el genoma del tomate se triplicó de repente hace unos sesenta millones de años, durante un período en el que se produjo una importante extinción masiva en el planeta. Pese a que la mayor parte de la redundancia genética se acaba perdiendo, algunos de los genes que se originaron en ese momento consiguieron sobrevivir y siguen existiendo en la actualidad. El Instituto de Tecnología de Flandes (VIB) de Bélgica, miembro del TGC, se ocupó principalmente de dirigir la predicción de genes, gracias a la cual la secuencia del genoma en bruto se pudo traducir en conocimientos biológicos. El trabajo de los investigadores de Alemania, Argentina, Bélgica, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, India, Israel, Italia, Japón, Países Bajos y Reino Unido dio como fruto el estudio más detallado realizado hasta la fecha sobre el genoma del tomate, facilitando información relativa al orden, la orientación, los tipos y las posiciones relativas de los 35 000 genes que lo componen. El tomate es un miembro de la familia de las solanáceas. Los datos recopilados en el estudio proporcionarán información clave acerca de los genes de otros parientes del tomate pertenecientes a dicha familia como son la patata, el pimiento, la berenjena o la petunia. Esta familia de plantas desempeña un papel importante no sólo en la producción de alimentos y especias, sino también en el desarrollo de medicamentos. El consorcio de EU-SOL estaba formado por especialistas en plantas, procedentes de universidades, institutos de investigación y la industria, europeos e internacionales. El principal objetivo del proyecto era desarrollar variedades de tomate y patata saludables y de gran calidad, con características óptimas para su producción, procesamiento y consumo. Con ayuda de sofisticadas tecnologías y conocimientos, los socios del proyecto diseccionaron los componentes genéticos y moleculares responsables de dichos rasgos, logrando así recomponer el rompecabezas.Para más información, consulte: VIB: http://www.vib.be Nature: http://www.nature.com/ EU-SOL: http://www.eu-sol.net/
Países
Argentina, Bélgica, China, Alemania, España, Francia, Israel, India, Italia, Japón, Corea del Sur, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos