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ARTIFICIAL INTELLIGENCE SOLUTION PROTECTING IDENTITIES FROM FACE RECOGNITION

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Una tecnología que protege la privacidad y mantiene los beneficios en materia de seguridad del reconocimiento facial

Si bien son útiles para el orden público y uno de los mejores identificadores de personas, las imágenes faciales pueden utilizarse de forma indebida al almacenarse en bases de datos y compartirse en internet. La tecnología revolucionaria de D-ID vence a los algoritmos subyacentes con sus propias armas para garantizar lo mejor de ambos mundos.

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Los progresos logrados en materia de reconocimiento facial lo convierten en uno de los sectores de más rápido crecimiento. La tecnología alerta a los servicios de seguridad sobre la presencia de delincuentes o terroristas conocidos, mejora la autenticación de acceso a edificios o cuentas y puede ayudar a rastrear los hábitos de compradores o visitantes a fin de seleccionar opciones de participación en tiempo real y en lugares específicos. Asimismo, el reconocimiento facial puede utilizarse para controlar a las personas y también interesa a los usuarios malintencionados a la hora de recopilar datos con fines de pirateo informático y usurpación de la identidad. En resumen, además de mejorar la seguridad, el reconocimiento facial también puede comprometer la seguridad pública e invadir la privacidad personal a un nivel sin precedentes. Con la ayuda de los fondos europeos para pymes, en octubre de 2018, D-ID presentó su solución revolucionaria que protege la privacidad de las imágenes faciales y preserva su utilidad en materia de seguridad. Varias aplicaciones a gran escala de la tecnología han dado resultados prometedores en términos de eficacia (es decir, protección contra los motores de reconocimiento facial) y satisfacción del cliente.

El reconocimiento facial bajo control

«Nos dimos cuenta de que con la presencia de cámaras en todas partes, si se combina el uso compartido de imágenes con la tecnología emergente de reconocimiento facial, nuestro activo biométrico más sensible —el rosto— puede verse comprometido sin nuestro conocimiento o consentimiento. Queríamos fabricar una solución que mantuviera el reconocimiento facial bajo control y garantizara que las personas conservan el poder sobre su identidad y privacidad», afirma Sella Blondheim, cofundador y director de operaciones de D-ID. La empresa utiliza técnicas avanzadas de procesamiento de imágenes y aprendizaje profundo para recrear cualquier foto de modo que el rostro (o los rostros) que aparecen en ellas, aunque sean perfectamente reconocibles para el ojo humano, se vean diferentes para los algoritmos de reconocimiento facial. El equipo probó la tecnología con algunos de los principales motores de reconocimiento facial del mundo, como Google, Amazon, Microsoft y Facebook. Para ello, utilizaron dos conjuntos de imágenes. El primer conjunto consistía en una versión original y sin protección de una o varias imágenes de referencia. El segundo incluía una imagen protegida (no identificable) que representaba la misma imagen de referencia que en el primer conjunto. En todas las pruebas, los motores de reconocimiento facial pudieron comparar la imagen original con sus referencias, pero no pudieron hacerlo con la imagen protegida.

Protección de la intimidad desde el diseño

El Reglamento general de protección de datos RGPD de la Unión Europea cubre muchos aspectos de la seguridad de los datos, como la recopilación, el tratamiento y el almacenamiento de datos biométricos e información de identificación personal. Es responsabilidad de cada organización aplicar las directrices. Debido al rápido crecimiento del reconocimiento facial, las empresas están cada vez más expuestas al riesgo de incumplir la normativa y, por lo tanto, se enfrentan no solo a fuertes multas, sino también a demandas, por no hablar de los daños a la reputación. «D-ID es la única empresa del mundo que desafía el reconocimiento facial de esta manera. No aceptamos la idea de que tenemos que sacrificar nuestra privacidad por la seguridad», afirma Blondheim. D-ID puede utilizarse para varias iniciativas de protección desde el diseño, como la protección de bases de datos de fotografías de clientes y empleados o la protección de la privacidad en los procesos de integración digital y de conocimiento del cliente. El equipo sigue con la mejora del algoritmo de D-ID, haciéndolo aún más preciso, y está miniaturizando el sistema para usarlo en dispositivos portátiles como cámaras y teléfonos. También han comenzado a comercializar recientemente una nueva solución para la anonimización de vídeos e imágenes fijas que podría abrir el mercado de los contenidos visuales, que está creciendo rápidamente (gracias a iniciativas como el internet de las cosas), pero que antes estaba restringido por cuestiones de privacidad.

Palabras clave

D-ID, reconocimiento facial, privacidad, seguridad, RGPD, vigilancia, pirateo informático, espía, algoritmo, procesamiento de imágenes, foto

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