Comprender cómo cooperan los sistemas nervioso e inmunitario
La dieta, las células inmunitarias y la flora intestinal constituyen los componentes esenciales de muchas funciones vitales del cuerpo humano. Su interacción permite que el cuerpo extraiga energía y nutrientes de los alimentos que se ingieren, protege contra microbios patógenos y mantiene una barrera epitelial sana. «Si bien estas redes complejas tienen una importancia esencial para la homeostasis, una relación bacteria-hospedador deficiente puede favorecer la aparición del cáncer y enfermedades inflamatorias crónicas», comenta Henrique Veiga-Fernandes, investigador en el Centro Champalimaud para lo Desconocido. Gracias al respaldo del proyecto GliaInnateSensing, financiado con fondos europeos, Veiga-Fernandes trabaja para comprender mejor cómo cooperan los sistemas nervioso e inmunitario para promover la salud de los tejidos y garantizar la curación de enfermedades. «Empleamos métodos multidisciplinares para dilucidar los mecanismos subyacentes de la interacción neuroinmunitaria en enfermedades como la inflamación crónica, la infección, los trastornos metabólicos y el cáncer», agrega el investigador.
Descubrimientos revolucionarios
Aunque el trabajo aún está en curso, el proyecto GliaInnateSensing, que contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación, ya ha realizado varios descubrimientos revolucionarios sobre cómo interactúan los sistemas nervioso e inmunitario para promover la salud y luchar contra enfermedades. «Demostramos la forma en la que se comunican estos dos sistemas en contextos de múltiples órganos para promover una vida saludable», explica Veiga-Fernandes. Uno de los principales descubrimientos es que las células gliales, un componente fundamental del sistema nervioso intestinal, interactúan con células del sistema inmunitario innato. «Esta interacción mejora las defensas del sistema intestinal contra infecciones y protege al intestino de enfermedades inflamatorias», comenta Veiga-Fernandes. Otros resultados destacados incluyen la demostración de cómo las neuronas pulmonares dan instrucciones a los linfocitos innatos para combatir infecciones y cómo interaccionan las señales encefálicas inducidas por la luz con el sistema inmunitario intestinal para controlar infecciones.
Socios en el bienestar
Según Veiga-Fernandes, llegar a estas conclusiones no siempre fue fácil. Por ejemplo, una vez que se averiguó que las células inmunitarias del intestino se comunican continuamente con las neuronas locales, los investigadores tuvieron que ampliar su investigación para incluir señales encefálicas. Debido a que esta era una cuestión para la que el laboratorio carecía de experiencia, el proyecto unió fuerzas con neurocientíficos. Juntos, desarrollaron y realizaron experimentos quirúrgicos y genéticos con los que examinar la forma en la que encéfalo controla las respuestas inmunitarias en el intestino. «Nuestro trabajo revela cómo sistemas que tradicionalmente se han considerado entidades aisladas entablan, de hecho, asociaciones estrechas en beneficio nuestro. Este descubrimiento ha despertado un renovado y profundo interés en la neuroinmunología; un interés que ahora exploran los sectores académico y farmacéutico», concluye Veiga-Fernandes. Tras identificar a los protagonistas celulares y moleculares principales de las coreografías neuroinmunitarias en el intestino y los pulmones, el trabajo se dedica ahora a dar con formas de aprovechar estos circuitos en el tratamiento de patologías inflamatorias, infecciosas y oncológicas.
Palabras clave
GliaInnateSensing, sistema nervioso, sistema inmunitario, salud, bienestar, flora intestinal, enfermedades, neuroinmunitario, neuroinmunología