El impacto de los contextos ambientales y sociales en el desarrollo de la tecnología siderúrgica en la península ibérica prerromana
Varios milenios antes de la Revolución Industrial, el hierro ya desempeñaba un papel fundamental en las sociedades prehistóricas de Europa. El proyecto IBERIRON trabajó para comprender mejor cómo se descubrió, percibió, aprendió y desarrolló la tecnología siderúrgica en el Mediterráneo occidental. Esta investigación, realizada con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, mejora nuestro conocimiento sobre cómo los seres humanos interactuaban con su entorno y entre ellos.
Las técnicas siderúrgicas moldean las culturas
El proyecto pretendía contribuir a este campo estudiando el caso de la península ibérica durante la Edad del Hierro tardía (siglos del VI al III a. C.). Marc Gener-Moret, beneficiario de una beca del proyecto IBERIRON, explica: «Este es un caso particularmente interesante porque la península ibérica fue el punto de encuentro de dos de las tradiciones tecnológicas que difundieron la tecnología siderúrgica en el Mediterráneo y Europa: las culturas orientalizantes (fenicia y griega) y las centroeuropeas (Hallstatt y La Tène)». Sus influencias acabarían configurando respectivamente dos de los principales grupos culturales de la península: los íberos y los hispano-celtas. Al caracterizar su tecnología siderúrgica, IBERIRON investigó cómo la tecnología del proceso siderúrgico moldeó su mundo y, al mismo tiempo, fue moldeada por él. Los investigadores del proyecto lograron identificar diferentes técnicas siderúrgicas para cada área cultural y explicar el uso del hierro en múltiples aspectos de su vida. Algunas eran muy prácticas, como hacer sus armas más efectivas, letales y macizas (ver espada en la foto de arriba), y otras más simbólicas, como la producción de adornos negros o el tratamiento de los artefactos en sus rituales funerarios.
Acero rico en carbono
Por encima de todo, el proyecto reveló la producción y el uso intencionales de acero de alto contenido en carbono hasta niveles nunca antes documentados en esta área, lo que sugiere su consumo como un bien escaso para ser comercializado y valorado. Este descubrimiento plantea nuevos interrogantes sobre las relaciones de poder que se habrían establecido en torno al control de este recurso tan útil para fabricar armas y herramientas. También suscita preguntas sobre los mecanismos que rigen el desarrollo, la gestión y la transmisión del conocimiento altamente especializado necesario para producirlo. IBERIRON también diseñó y puso en marcha una metodología estricta para recopilar datos tecnológicos de alta calidad de objetos de hierro seleccionados de yacimientos españoles y portugueses en colecciones de museos. El equipo aplicó un proceso específico para extraer mejor la información del hierro arqueológico, sin importar cuán corroído esté, optimizando los protocolos analíticos a través de microscopía digital y microscopía electrónica de barrido cuantitativo/espectrometría de rayos X de dispersión de energía. «También probamos la aplicación de técnicas no invasivas de alta energía, como la difracción de neutrones, a los objetos de hierro prehistóricos», agrega Gener-Moret. Esto permitió que el equipo estudiara de forma no destructiva muestras muy significativas nunca antes analizadas. Al comentar también los logros del proyecto, el coordinador Marcos Martinón-Torres concluye: «Varios proyectos del Instituto McDonald de Investigación Arqueológica buscan explicar cómo las múltiples tecnologías alrededor del mundo se desarrollaron de manera diferente en respuesta a los contextos ambientales y sociales. Gracias a la ciencia de vanguardia, IBERIRON ha proporcionado una gran pieza del rompecabezas».
Palabras clave
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