European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Big data against childhood Obesity

Article Category

Article available in the following languages:

Los datos masivos se unen a la lucha contra la obesidad infantil

Un proyecto innovador dirigido a los ciudadanos ha demostrado cómo pueden ayudar los datos masivos en el diseño y la puesta en práctica de estrategias para abordar la obesidad infantil.

Salud icon Salud

El aumento de los índices de obesidad infantil implica que cada vez sean más frecuentes patologías crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Tal y como explica Anastasios Delopoulos, coordinador del proyecto BigO, de la Universidad Aristóteles de Salónica (Grecia): «Tener sobrepeso en la niñez está asociado con tener sobrepeso en la edad adulta. Esta es la razón de que la obesidad infantil sea un problema de salud importante para el futuro». Las complejidades que rodean esta cuestión, sin embargo, pueden hacer que las intervenciones de salud pública sean difíciles de controlar, evaluar y predecir. Delopoulos señala que la obesidad infantil no solo está vinculada a la biología y el comportamiento, sino a contextos sociales más amplios. Por ejemplo, el contexto económico en el que vive el niño, los almuerzos escolares o la forma en que se desplaza al colegio pueden afectar a su salud.

Ciencia dirigida a los ciudadanos

Por lo tanto, se requiere un método polifacético para abordar de manera adecuada este gran problema de salud. El proyecto BigO se propuso lograrlo a través del desarrollo de una plataforma innovadora que reúne conjuntos de datos masivos sobre obesidad infantil. «Queríamos mostrar cómo la tecnología y los análisis avanzados pueden ayudar en el diseño y la puesta en práctica de políticas y programas de intervención efectivos», añade Delopoulos. «Esto se logró a través de una investigación intensiva y la colaboración entre desarrolladores de “software”, expertos en ingeniería de datos y científicos de datos, así como entre científicos especializados en la conducta y en la salud, pediatras y profesores». Estas interacciones positivas entre funcionarios de salud pública y responsables políticos fueron fundamentales. «En las últimas fases del proyecto, pudimos centrarnos en estudios de caso que destacaron la utilidad de nuestra plataforma», afirma Delopoulos. «Por ejemplo, los datos recopilados se utilizaron para investigar el efecto de las restricciones debidas a la COVID-19 en los niños. Pudimos ilustrar diferencias de comportamiento entre áreas con población de rentas altas y bajas». Además, más de cinco mil quinientos escolares de seis ciudades europeas diferentes participaron en el proyecto con aficionados a la ciencia. Estos niños recopilaron datos sobre sus patrones de comportamiento y su entorno local mediante la aplicación myBigO. «Pudimos recopilar más de ciento siete mil imágenes, así como grandes cantidades de otros datos —destaca Delopoulos—. Nos impresionaron sobremanera los esfuerzos de estos aficionados a la ciencia. El proyecto demostró que los propios niños quieren contribuir a la ciencia y ayudar a sus pares».

Una innovación dirigida por los datos

Es posible acceder a todos los datos obtenidos, además de a datos de estadísticas nacionales y Google Maps, a través de portales dirigidos a usuarios finales concretos. Entre otras cosas, la plataforma BigO for Health Policy Makers proporciona pruebas para las autoridades sanitarias locales, regionales o nacionales. El objetivo es ayudarlas a diseñar intervenciones que promuevan estilos de vida más saludables, a través del estímulo de la actividad física, mejores elecciones en materia de alimentación y mejoras en la higiene de sueño. Por otro lado, la plataforma BigO for Clinicians está dirigida a ayudar a los expertos en sanidad (médicos, pediatras y dietistas) proporcionando información detallada sobre la conducta cotidiana de los niños. Esto puede ser útil para evaluar los planes de tratamiento y para optimizar las intervenciones para niños con sobrepeso u obesos. Delopoulos concluye: «Ahora, esperamos que estos recursos se integren en los procedimientos de toma de decisiones de los gobiernos locales y los expertos en sanidad. También esperamos que los datos recopilados nos ayuden a comprender mejor los complejos mecanismos causales que determinan la obesidad». Es más, el modelo de ciencia ciudadana adoptado en el proyecto ha demostrado ser una forma novedosa y eficaz de recopilar pruebas científicas y fomentar la participación. Este modelo tiene el potencial de ser adoptado por otras iniciativas.

Palabras clave

BigO, obesidad, infancia, diabetes, biología, económico, datos, análisis, pediatra

Descubra otros artículos del mismo campo de aplicación