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Innovative packaging solutions for storage and conservation of 20th century cultural heritage of artefacts based on cellulose derivate

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Una innovadora solución de embalaje para la conservación preventiva del patrimonio cultural

Una tecnología innovadora ayuda a conservar las obras del patrimonio cultural del siglo XX basadas en materiales de celulosa, como películas y fotografías. La tecnología reduce significativamente el potencial de que sufran daños sin depender de la creación de copias digitales y réplicas de los objetos originales.

Tecnologías industriales icon Tecnologías industriales

Las obras de arte más representativas de los dos últimos siglos —como películas, fotografías y carteles— se realizaron sobre soportes derivados de la celulosa. Por desgracia, se trata de un material químicamente inestable que ha provocado la destrucción de una gran parte de este patrimonio cultural europeo. También amenaza la conservación a largo plazo de otras obras de arte debido a la descomposición de nitrocelulosa y a la liberación de ácido acético procedente del acetato de celulosa, también llamado «síndrome del vinagre». Los lugares cálidos y húmedos crean condiciones favorables para el «síndrome del vinagre», ya que provoca la descomposición del acetato de celulosa. A medida que la película empieza a degradarse, se descompone en las dos sustancias principales que formaron el material base en primer lugar: la celulosa y el ácido acético, que es el mismo ingrediente del vinagre doméstico que le da su olor y sabor característicos. Los conservadores emplean dos métodos a la hora de planificar los tratamientos para prolongar la vida útil de los materiales culturales: el preventivo o pasivo y el activo o de intervención. Sin embargo, cuando los derivados de la celulosa y otros componentes de las películas o fotografías comienzan a degradarse, no es posible evitar, revertir ni detener el proceso, sino solo inhibirlo o ralentizarlo. La conservación inhibidora de los derivados de la celulosa implica la eliminación de los factores que provocan la degradación. Entre ellos se encuentran la luz, el oxígeno, los ácidos, los hongos y la humedad, la congelación, y cualquier producto de la descomposición que acelere la degradación.

La respuesta a la degradación y conservación del patrimonio cultural

Para hacer frente a estos retos, el equipo del proyecto financiado con fondos europeos NEMOSINE ha desarrollado un sistema modular para la conservación preventiva, concretamente para las películas a base de celulosa. «NEMOSINE mejora las soluciones tradicionales de almacenamiento, como la congelación (por debajo de los 5 °C), a través de un paquete innovador que permite ahorrar energía y ampliar el tiempo de conservación», señala Carracedo Fernández, coordinadora del proyecto. La caja inteligente para películas consta de un absorbente de ácido acético basado en materiales de estructura orgánica metálica para capturar los gases liberados por la película y un sensor electroquímico para controlar la concentración de ácido acético dentro de la caja de la película. Otro sensor recoge datos sobre las condiciones ambientales. «NEMOSINE contribuye a la conservación preventiva de las colecciones de películas y fotografías y crea un modelo de degradación que permite a las filmotecas anticiparse al deterioro de los objetos del patrimonio cultural», señala Fernández. Los modelos multiescala correlacionan las señales del sensor con el nivel de degradación del objeto a partir de los derivados de la celulosa. El sensor envía estos datos a la nube, donde el «software» los procesa junto con los datos relacionados con los gases emitidos. El programa evalúa el estado de conservación del material y alerta a los conservadores de las situaciones de riesgo para que puedan tomarse las decisiones de conservación adecuadas.

Conservación y prolongación de la vida útil de los objetos culturales

El consorcio de NEMOSINE está compuesto por veintitrés socios de toda Europa. Grupos de investigación, filmotecas y socios industriales han colaborado en el desarrollo de esta innovadora tecnología para la conservación de obras del patrimonio cultural. La tecnología se probó en un entorno operativo y los resultados fueron satisfactorios, pero los socios observaron que había margen para mejorar su rendimiento. El consorcio del proyecto tiene previsto desarrollar una versión superior con características mejoradas. Se espera que el paquete inteligente recién desarrollado favorezca la innovación, la creatividad y el crecimiento económico en el sector cultural de la Unión Europea, en el que actualmente trabajan 8,7 millones de personas.

Palabras clave

NEMOSINE, conservación, patrimonio cultural, derivados de la celulosa, ácido acético, películas, síndrome del vinagre

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