Los centros escolares influyen en la salud mental de los adolescentes refugiados e inmigrantes
Los centros escolares acogen a los adolescentes inmigrantes y refugiados recién llegados de distintas maneras. En algunos países, se les ofrece apoyo en clases separadas, sobre todo para centrarse en el aprendizaje del idioma. En otros lugares, se les coloca inmediatamente en la enseñanza general. Sin embargo, está claro que los centros escolares pueden influir más allá de la enseñanza. «Los centros escolares ocupan un lugar muy importante en la vida de los jóvenes y pueden marcar una enorme diferencia, especialmente para los más vulnerables, a la hora de afrontar condiciones de vida muy difíciles», declara Ilse Derluyn, coordinadora del proyecto y catedrática del Centro de Estudios Sociales sobre Migración y Refugiados(se abrirá en una nueva ventana) (CESSMIR) de la Universidad de Gante (Bélgica). Durante el proyecto RefugeesWellSchool(se abrirá en una nueva ventana) se llevó a cabo un ensayo controlado aleatorizado en seis países —Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia y Reino Unido— en el que participaron 85 centros escolares, más de 3 500 alumnos que llevaban menos de 6 años en el país de acogida y 433 profesores. La edad de los alumnos oscilaba entre los 12 y los 25 años. «Queríamos tomar una muestra de la diversidad de los centros escolares europeos y estudiar la eficacia de distintas intervenciones para alumnos refugiados e inmigrantes en diferentes entornos escolares y educativos», explica.
Intervenciones psicosociales en los centros escolares
El proyecto evaluó cinco tipos de intervenciones y actividades escolares para promover el bienestar mental de los jóvenes refugiados e inmigrantes. El objetivo de todas ellas era facilitar redes de apoyo social a los recién llegados al centro, redes que se sabe que son importantes para la salud mental y la cohesión social. «Nuestra hipótesis inicial de que el apoyo social es muy importante para la salud mental de los recién llegados quedó corroborada por el proyecto. Además de eso, fue uno de los factores impulsores de estas intervenciones [escolares]», señala Derluyn. En una de ellas se estableció una red de apoyo entre iguales en la que participaban alumnos que no habían llegado recientemente y jóvenes refugiados e inmigrantes recién llegados que trabajaron en pequeños grupos bajo la dirección de un profesor. Esta actuación fomenta el diálogo y la conexión entre los alumnos y favorece la inclusión en el aula y un sentimiento de pertenencia para los recién llegados que puede ayudar a su integración socioeducativa, tal y como se recoge en el proyecto IMMERSE.
Método psicoeducativo
Otras intervenciones emplearon un método «psicoeducativo», como el Programa de Bienvenida a la Escuela puesto en marcha por profesores, en el que, mediante debates y actividades en clase, se analizaron diversos temas como la migración, la exclusión, las identidades plurales y la adaptación cultural en las sociedades de acogida. «Explorar estos temas puede favorecer la construcción de la identidad y el significado, así como tender puentes entre el pasado y el presente», explica Derluyn, quien añadió que la presencia y el apoyo del profesor son importantes, ya que los alumnos a menudo se sienten inseguros al hablar con otros alumnos sobre traumas pasados y experiencias migratorias. Otro método se centró en el profesorado, ofreciendo formación en línea combinada con dos seminarios para reforzar sus competencias en materia de fomento de la salud mental y el bienestar de los recién llegados. «Los profesores no siempre están bien preparados para tratar con los recién llegados y, a menudo, no saben muy bien cómo gestionar esta situación debido a las diferencias culturales y a situaciones específicas, por lo que la formación continua y previa del profesorado es muy importante», afirma Derluyn.
Implicaciones importantes para el bienestar mental
El proyecto, que estuvo en marcha desde 2019 hasta 2022, se vio interrumpido por la COVID-19, cuando la mayoría de centros escolares cerraron, lo cual repercutió en la evaluación general. Con todo, se hicieron algunos hallazgos importantes. Derluyn relata que todas las acciones y actividades fueron muy bien valoradas por los recién llegados, sus profesores y sus progenitores. El espacio creado para compartir historias, un mayor apoyo social y el uso de técnicas no verbales, como el teatro en el aula, se mencionaron como factores cruciales para mejorar el bienestar. Sin embargo, había algunos requisitos previos, como tiempo y dedicación suficientes para garantizar una puesta en práctica satisfactoria en los centros escolares. El sitio web del proyecto, que aporta valiosas pruebas, un conjunto de herramientas y manuales de implantación(se abrirá en una nueva ventana) en distintos idiomas sobre cada tipo de intervención, experimentó un repunte del interés tras la crisis ucraniana de 2022, cuando muchos centros escolares de Europa recibieron alumnos desplazados, señala Derluyn.