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Does excessive junk food consumption change the way the brain reward system processes intrinsic rewards?

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La comida basura afecta al cerebro

¿Necesita una razón de peso para dejar de comer comida basura? Nuevas pruebas demuestran que influye en el sistema de recompensa del cerebro, el cual motiva el comportamiento a través del placer.

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Cuando una persona hace algo que le resulta placentero, como comer chocolate, se libera dopamina, un neurotransmisor, en el cerebro. Este proceso refuerza el comportamiento, haciendo más probable que la persona repita la misma acción. La dopamina interviene en el sistema de recompensa del cerebro, una compleja red neuronal responsable de las sensaciones placenteras asociadas a determinados comportamientos, como comer o mantener relaciones sexuales. Sin embargo, el sistema de recompensa también puede desregularse, dando lugar a comportamientos compulsivos, incluida la adicción.

Los mecanismos neuronales subyacentes al hedonismo de la comida basura

El equipo del proyecto REBOST pretendía investigar los mecanismos neurológicos que subyacen a los efectos del consumo excesivo de comida basura en el sistema de recompensa del cerebro, centrándose sobre todo en su vulnerabilidad a los alimentos ricos en calorías y azúcares. «No solo nos interesaba saber qué efectos tiene el consumo de cantidades excesivas de comida basura en el sistema de recompensa mientras se está expuesto a una recompensa alimentaria, sino también cómo afecta a las respuestas ante otro tipo de recompensas, como con una pareja sexual», explica Eelke Snoeren, coordinadora del proyecto. La investigación se llevó a cabo con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA, por sus siglas en inglés) e incluyó estudios tanto en ratas como en personas. «En los estudios con ratas, utilizamos una alimentación de cafetería (CAF) que consistía en una selección de los mismos alimentos poco saludables que comen las personas en un intento de recrear su comportamiento de consumo observado», explica Jaume Ferrer Lalanza, beneficiario de una beca de investigación MSCA. Después de esta intervención alimentaria, se realizó una prueba de comportamiento de recompensa con las ratas en la que se les presentaba una recompensa alimentaria o sexual. Durante todo el estudio se controló la actividad neuronal del área tegmental ventral (ATV), una región cerebral importante del sistema de recompensa.

La comida basura influye en el sistema de recompensa del cerebro

Los investigadores descubrieron que las ratas que seguían una alimentación CAF a largo plazo acababan desarrollando menos interés y comiendo una cantidad menor de comida basura que los animales testigo con una alimentación sana. «Este resultado sugería que la recompensa se volvía menos estimulante para ellos», subraya Snoeren. Dicho efecto conductual coincidió con alteraciones en el sistema de recompensa cerebral, como muestran las respuestas inferiores de actividad neuronal en el ATV. En una situación normal, la actividad neuronal del ATV aumenta al olfatear la recompensa alimentaria. Curiosamente, estos cambios en el sistema de recompensa del cerebro también eran evidentes cuando se exponía a las ratas a una recompensa sexual. En conjunto, los datos de REBOST indican que el consumo de comida basura desensibiliza el sistema de recompensa cerebral para las recompensas alimentarias, y que probablemente se necesiten más recompensas para obtener el mismo efecto placentero. Estos efectos no se mitigan de inmediato al abstenerse de comer comida basura. «Nuestro trabajo es una pequeña pieza de un rompecabezas mayor y es necesario seguir trabajando para estudiar los efectos de la comida basura en otras regiones cerebrales», concluye Snoeren. «No obstante, sirve de base para comprender y explicar los mecanismos subyacentes de la obesidad y las comorbilidades mentales asociadas». Dada su elevada prevalencia mundial, los resultados de REBOST allanarán el camino a nuevas investigaciones sobre tratamientos novedosos que puedan dirigirse con eficacia a las posibles causas de la obesidad.

Palabras clave

REBOST, comida basura, sistema de recompensa del cerebro, dopamina, recompensa sexual

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