¿Por qué nos atraen determinadas personas?
Es un hecho que nos sentimos atraídos por personas con intereses similares a los nuestros. Este fenómeno se conoce como el «efecto de atracción por similitud». Charles Chu, profesor adjunto de Gestión y Organizaciones en la Escuela de Negocios Questrom de la Universidad de Boston, llevó a cabo cuatro experimentos que responden a por qué solemos enamorarnos de personas que son como nosotros. Sus hallazgos se publicaron en la revista «Journal of Personality and Social Psychology».
La ciencia de la atracción
Uno de los factores clave que influyen en la atracción o la repulsión es el razonamiento autoesencialista. «La atracción que sentimos hacia las personas que comparten nuestros atributos se ve fomentada por la creencia de que dichos atributos compartidos están guiados por algo muy profundo en nosotros: nuestra esencia —explica Chu en «Neuroscience News» —. En concreto, nos gusta alguien que está de acuerdo con nosotros en cuestiones políticas, que comparte nuestras preferencias musicales o que simplemente se ríe de lo mismo que nosotros, no solo por esas similitudes, sino porque esas similitudes sugieren algo más: esta persona es, en esencia, como yo y, como tal, comparte mi visión del mundo en general». «Creer que las personas tienen una esencia subyacente nos permite suponer o inferir que cuando vemos a alguien que comparte una única característica, debe compartir también toda nuestra esencia profunda», explicó Chu con más detalle en una noticia de la Universidad de Boston.
El reto de comprender los pensamientos y sentimientos de los demás
Chu afirma que esta manera de pensar es errónea, y que podría constituir un factor limitante al conocer a alguien con quien compartamos una conexión. En pocas palabras, no nos interesan tanto las personas que no comparten nuestra pasión por cosas como la música, el deporte y la naturaleza. «Todos somos muy complejos. Sin embargo, solo tenemos una visión completa de nuestros propios pensamientos y sentimientos, y las mentes de los demás suelen resultar un misterio. Esta investigación sugiere que, a menudo, rellenamos lo que no sabemos de las mentes de los demás con nuestro propio sentido del yo y eso, a veces, puede llevarnos a suposiciones sin fundamento». No juzguemos a alguien en nuestro primer encuentro si no parece que tenemos cosas en común. «Hay formas de vivir y conocer a otras personas, y de hacerse una idea de ellas, sin referirnos constantemente a nosotros mismos», concluyó Chu. «Dar vueltas constantemente intentando averiguar quién es como yo o quién no es como yo no siempre es la forma más productiva de intentar hacerse una idea de cómo son otras personas. Son mucho más complejas de lo que creemos».
Palabras clave
atracción, atracción por similitud, razonamiento autoesencialista, esencia, idea