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Microclimatic buffering of plant responses to macroclimate warming in temperate forests

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Entender el sotobosque de los bosques en un clima cambiante

Muchas comunidades biológicas luchan por seguir el ritmo del cambio climático. Los investigadores estudiaron el papel que desempeña el sotobosque forestal en el funcionamiento de los ecosistemas locales.

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

El cambio climático ya está teniendo repercusiones dramáticas en muchos de los ecosistemas del planeta. Toda una serie de comunidades biológicas, como aves, mariposas, peces y plantas, son incapaces de seguir el ritmo del aumento de las temperaturas. «Muchas especies simplemente no pueden reaccionar o moverse lo suficientemente rápido para seguir el calentamiento de las temperaturas», afirma Pieter De Frenne, profesor del Forest & Nature Lab del Departamento de Medio Ambiente de la Universidad de Gante y coordinador del proyecto FORMICA. Dichos efectos se observan en toda una serie de ecosistemas, desde las montañas hasta los bosques. En el proyecto FORMICA, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, los investigadores estudiaron el papel del sotobosque forestal —la capa situada un metro por encima de la superficie del suelo— en la protección de las comunidades locales frente a los efectos del cambio climático. Esta capa se encuentra debajo de árboles y arbustos altos y está bien resguardada frente a las influencias externas, lo que la convierte en un microclima especialmente interesante para su estudio. «Los árboles proyectan sombra y transpiran agua, lo cual genera temperaturas diurnas más frescas por debajo de las copas de los árboles dentro de los bosques, en comparación con el exterior de los bosques. Y este enfriamiento del sotobosque puede amortiguar el cambio climático en las especies que viven en el sotobosque», explica De Frenne.

Investigación del sotobosque en los bosques templados de Europa

Los investigadores crearon un sistema de observación para controlar los datos de las plantas a nivel individual, de población, de especie, de comunidad y de ecosistema. Se estableció una red de parcelas en lugares situados entre Italia y Noruega, en nueve regiones climáticas diferentes. El equipo midió 4 300 plantas herbáceas —su altura, superficie foliar y biomasa, así como la cantidad de nitrógeno que contienen— y más de 4 000 árboles de toda Europa. En FORMICA también se realizó una operación experimental de trasplante para estudiar los efectos del microclima forestal en las plantas del sotobosque. En bosques de Bélgica, Italia y Suecia, los investigadores crearon climas artificiales para las plantas trasplantadas utilizando innovadores sistemas de calefacción e iluminación «in situ». A partir de los datos recogidos en estos experimentos, el equipo del proyecto FORMICA también utilizó una serie de modelos avanzados para calcular una evaluación en profundidad de los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad del sotobosque de los bosques templados.

Arrojar luz sobre la resiliencia del sotobosque

A través de varias vertientes del proyecto, el equipo demostró que los microclimas del sotobosque son realmente fundamentales y pueden ser utilizados por los gestores forestales para amortiguar las especies forestales de los efectos negativos del cambio climático. «Demostramos que los cambios en el microclima y la luz debidos a las aperturas de las copas de los árboles, por ejemplo porque se crea un vacío cuando se corta o muere un árbol, amplifican los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad forestal, mientras que los suelos sombreados de los bosques como consecuencia de las copas densas mitigan los efectos del calentamiento», añade De Frenne.

Éxito científico y divulgativo

Varios doctorandos escribieron su tesis doctoral íntegramente sobre el proyecto, y varios posdoctorados trabajaron en él durante varios años. En FORMICA se colaboró en la elaboración de unas directrices para la gestión forestal «climáticamente inteligente» en Bélgica, que incluyen una película (sitio web en neerlandés) en la que se explican las mejores prácticas. El equipo también realizó un pódcast (sitio web en neerlandés) con un paquete educativo para los más pequeños con el fin de educarles sobre la importancia de los bosques y el microclima. Otra de las conclusiones del equipo del proyecto —que los márgenes de los bosques contienen más carbono y que no deben descuidarse las pequeñas manchas forestales— se presentó en un artículo para niños de nueve a quince años en la revista «Frontiers for Young Minds». «Nuestros resultados muestran que el microclima y la densidad forestal surgen como poderosas herramientas para que los gestores forestales y los responsables políticos protejan la biodiversidad forestal frente al cambio climático», concluye De Frenne.

Palabras clave

FORMICA, sotobosque, templado, bosques, clima, cambio, investigación, ciencia, divulgación, resiliencia

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