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Apagar el fuego con detectores de humo intracelulares

Unos sensores descubiertos recientemente en el interior de las células del cuerpo les permiten saber cuándo sus mitocondrias están dañadas, lo que allana el camino para nuevos tratamientos.

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Una nueva investigación respaldada en parte por el proyecto TO_AITION, financiado con fondos europeos, ha revelado la existencia de un sensor novedoso que se encuentra en el interior de las células del cuerpo y que les alerta cuando se producen daños en sus mitocondrias productoras de energía. Según se informa en una noticia publicada en «SciTechDaily», cuando este «detector de humo» intracelular no funciona correctamente, puede provocar afecciones crónicas de la piel y también podría afectar a la función cardíaca e intestinal. Sus hallazgos se publicaron en la revista «Nature Immunology». Las células de nuestro cuerpo tienen diferentes sensores que emiten avisos cuando se ven amenazadas por el ataque de un virus o algún tipo de daño. El equipo de investigadores de Alemania y Singapur ha identificado un nuevo sensor que controla la función celular. «Hemos descubierto que una molécula llamada NLRP10 también actúa como sensor», explica en la noticia el autor principal del estudio, el profesor y doctor Eicke Latz, del Hospital Universitario de Bonn (Alemania), socio del proyecto TO_AITION. «Esto era completamente desconocido hasta ahora». La NLRP10 se ganó el apodo de «detector de humo» porque detecta cuándo las mitocondrias de la célula empiezan a humear debido a un mal funcionamiento. Cuando el sensor detecta daños en las mitocondrias, desencadena un proceso complicado que produce algo llamado inflamosoma. La actividad de este complejo multiproteico provoca finalmente la muerte de la célula y su eliminación por las células inmunitarias convocadas.

Prevenir lo peor

«Este proceso es extremadamente importante», señala Latz. Esto se debe a que, gracias a la acción inmediata del inflamosoma, impide que otras partes del tejido resulten dañadas. Tal y como afirma el investigador: «La alteración de este mecanismo puede causar una inflamación crónica. Matar las células con defectos mitocondriales puede sonar drástico. En última instancia, sin embargo, este paso evita consecuencias más graves». Los sensores NLRP10 se encuentran principalmente en la capa más externa de la piel y ayudan a protegerla de los daños acumulados causados por la radiación ultravioleta y los agentes patógenos, deshaciéndose de las células afectadas. El autor principal del estudio, el doctor Tomasz Próchnicki, también del Hospital Universitario de Bonn, explica por qué es importante que estos sensores funcionen correctamente: «Si una mutación provoca el mal funcionamiento del sensor NLRP10, esto puede dar lugar a una inflamación crónica de la piel llamada dermatitis atópica». Las moléculas NLRP10 también se encuentran en gran número en las células de la pared intestinal, que entran regularmente en contacto con patógenos y otras sustancias nocivas, y en el corazón, donde es especialmente importante el buen funcionamiento del suministro de energía. Estas particularidades hacen necesaria la eliminación rápida de las células con mitocondrias defectuosas. El estudio respaldado por el proyecto TO_AITION (A high-dimensional approach for unwinding immune-metabolic causes of cardiovascular disease-depression multimorbidities) podría mejorar el conocimiento sobre las enfermedades inflamatorias vinculadas a las mitocondrias. «Es posible modular específicamente el sensor NLRP10 con determinadas sustancias para estimular la formación de inflamosomas —concluye Latz—. Este método podría permitir un mejor control de las enfermedades crónicas de la piel». Para más información, consulte: Sitio web del proyecto TO_AITION

Palabras clave

TO_AITION, célula, sensor, NLRP10, mitocondrias, piel, inflamosoma

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