Mejorar la seguridad alimentaria en un clima cambiante
Los efectos del cambio climático en la producción, distribución y consumo de alimentos ha suscitado preocupación por la seguridad alimentaria. La alteración de las temperaturas y los niveles de humedad puede crear condiciones favorables para la proliferación de microorganismos patógenos o micotoxinas, lo cual provoca que los alimentos no sean aptos para el consumo humano o, incluso, peligrosos. Para abordar esta compleja interacción entre seguridad alimentaria y cambio climático se necesitan marcos normativos integrales y estrategias innovadoras que no solo mitiguen los riesgos, sino que también fomenten la resiliencia y la sostenibilidad del sistema alimentario mundial.
Predecir los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria
La red de formación PROTECT fue una iniciativa de colaboración entre institutos de once países europeos, cuyo meta era mejorar la comprensión de los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria. El equipo del proyecto, emprendido con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie, se centró en la formación de investigadores noveles en herramientas de modelización avanzadas para investigar estos efectos. El objetivo principal era crear modelos predictivos que pudieran anticipar futuros retos en materia de seguridad alimentaria y sostenibilidad en la industria alimentaria. «Nuestra red desarrolló un conjunto de herramientas de modelización predictiva que abarcaban desde modelos de seguridad microbiana y química hasta modelos de deterioro y sostenibilidad, además de herramientas de apoyo a la toma de decisiones basadas en datos masivos», explica Enda Cummins, coordinador del proyecto y catedrático del University College de Dublín.
Formación de investigadores noveles
Cummins comenta: «El logro más notable fue la formación de los investigadores noveles en herramientas y técnicas de modelización predictiva, que hasta la fecha no se habían realizado plenamente para incluir la integración de la seguridad alimentaria en el cambio climático». Además de ampliar sus conocimientos sobre conceptos matemáticos, los becarios de investigación desarrollaron un conjunto de herramientas de modelización predictiva, las cuales desempeñaron un papel fundamental en la generación de predicciones y estrategias con base científica relacionadas con la seguridad y la sostenibilidad alimentarias, sobre todo en el sector lácteo.
Las herramientas de modelización dan forma a las recomendaciones sobre seguridad alimentaria de los productos lácteos
El consorcio empleó las herramientas generadas para examinar los efectos de distintos supuestos de cambio climático en la seguridad y sostenibilidad alimentarias. En particular, estas herramientas revelaron un aumento de los riesgos asociados a determinadas micotoxinas y microbios debido a las predicciones regionales de cambio climático. La difusión pasiva de CO2 en bacterias adaptadas al estrés como «Escherichia coli», «Listeria spp.» y «Enterococcus faecalis» puede provocar presiones adoptivas que aumenten la preocupación por la salud pública ante el cambio climático. La investigación destacó la importancia de revisar los programas de seguridad alimentaria existentes en las instalaciones de fabricación de alimentos. Por ejemplo, el uso de calor y CO2 se consideró esencial para el tratamiento biológico eficaz de los residuos lácteos en un clima cambiante. Además, se aconsejó a los ganaderos que actualizaran las prácticas de higiene durante el proceso de ordeño y consideraran la posibilidad de aplicar nuevas prácticas, como sistemas de aspersión, para reducir el estrés, en regiones específicas. Además, los modelos predictivos arrojan luz sobre el potencial de proliferación de microorganismos saprófitos en productos lácteos no refrigerados. Estrategias como intensificar el tratamiento térmico y garantizar un transporte y almacenamiento adecuados de los productos lácteos demostraron mitigar significativamente este riesgo.
Hacia un sector lácteo sostenible
Los resultados de la simulación pusieron de manifiesto el potencial de las prácticas de cero emisiones netas para reducir de forma sustancial las emisiones —hasta en un 99 %—, ajustándose así a los objetivos de sostenibilidad fijados para 2050. «Las herramientas de modelización de PROTECT proporcionan información inestimable sobre el comportamiento dinámico de los microorganismos en los alimentos, contribuyendo así a una mejor comprensión de los efectos del cambio climático en las concentraciones de sustancias químicas y microorganismos. Estos conocimientos orientarán los procesos de toma de decisiones hacia la consecución de un objetivo de cero emisiones netas de carbono en el sector lácteo, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria», concluye Cummins.
Palabras clave
PROTECT, seguridad alimentaria, cambio climático, herramientas de modelización, formación, investigadores noveles
