Skip to main content
European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Safety tolerance zone calculation and interventions for driver-vehicle-environment interactions under challenging conditions

Article Category

Article available in the following languages:

El copiloto pesado inteligente que quizá le gustaría tener

El proyecto i-DREAMS, que combina consejos de conducción audiovisuales en tiempo real a bordo de los vehículos con asesoramiento ludificado después del viaje, tiene por objeto encaminarnos hacia una cultura de la conducción más segura.

Transporte y movilidad icon Transporte y movilidad

Según el influyente modelo de la interfaz tarea-capacidad («Task-Capability Interface model», en inglés), las colisiones en carretera aumentan cuando los conductores no tienen el control, es decir, cuando su capacidad no se ajusta a las exigencias de la «tarea». Las tareas varían a lo largo del viaje y están determinadas por factores coyunturales como, por ejemplo, la velocidad, el estado de la carretera o las condiciones meteorológicas, mientras que la capacidad del conductor depende de sus conocimientos y experiencia y de factores humanos como el cansancio. «Aunque los conductores adaptan su conducción a las tareas, como no usar el teléfono móvil durante una trayecto complejo, es fácil subestimar o sobrestimar sus tareas y capacidades», explica Tom Brijs, coordinador del proyecto i-DREAMS, financiado con fondos europeos. En i-DREAMS se estudió el comportamiento en condiciones de conducción reales a fin de validar aspectos del modelo de la interfaz tarea-capacidad e identificar áreas de posible intervención. El equipo desarrolló y validó un concepto, la «zona de tolerancia de seguridad», que consta de tres fases —conducción normal, peligro y accidente evitable— y después diseñó y probó intervenciones de seguridad inteligentes (en el vehículo y después del viaje).

De las advertencias a las recompensas

El sistema i-DREAMS consiste en un conjunto integrado de sensores que se pueden instalarse posteriormente en los vehículos. Si se detectan infracciones de los límites de la conducción segura, las advertencias visuales o sonoras en tiempo real a bordo del vehículo alertan al conductor, haciéndose más molestas a medida que aumenta el riesgo. Se graba un vídeo de la situación y se envía a la nube para su evaluación ulterior. Se desarrollaron advertencias personalizadas para indicadores de riesgo como, por ejemplo, el uso del teléfono móvil, la fatiga, la aceleración, desaceleración o cambio de dirección bruscas, la conducción sin respetar la distancia de seguridad, el cambio de carril sin usar los intermitentes y el exceso de velocidad. Después del viaje, la aplicación i-DREAMS utiliza técnicas de ludificación para asesorar a los conductores, utilizando los registros del viaje, incluidos los sucesos de riesgo y los vídeos asociados, para calcular una puntuación de seguridad para cada indicador y el viaje en su conjunto. En función de su rendimiento en varios viajes, los conductores reciben consejos y pueden comprometerse con objetivos personalizados. Una vez alcanzados, los participantes reciben una insignia de recompensa (bronce, plata, oro, platino) y ganan «créditos de seguridad», que se pueden canjear en la tienda digital de la aplicación.

La goma llega a la carretera

El sistema i-DREAMS se probó primero en distintos simuladores de conducción (coche, camión, autobús, tren), antes de su evaluación durante la conducción de vehículos en condiciones reales de carretera. Por último, se efectuaron pruebas de campo en carretera a gran escala en cinco países (Alemania, Bélgica, Grecia, Portugal y Reino Unido) y en tres tipos de vehículos (coche, autobús y camión). En estas pruebas, los conductores fueron expuestos a intervenciones cada vez más intensas, desde la mera supervisión, pasando por la activación de advertencias y consejos en tiempo real, hasta llegar a las funcionalidades de ludificación del sistema. Los 650 conductores (250 en simuladores y 400 en pruebas de campo en carretera) completaron cada etapa a lo largo de un periodo de 4,5 meses, con más de 3,4 millones de kilómetros recorridos, lo que supone más de 300 000 horas y equivale a 120 000 viajes. A continuación, se analizaron los datos para determinar cómo cambiaba el comportamiento de los conductores a lo largo de las intervenciones. «Descubrimos que los incidentes de riesgo disminuían a medida que los conductores avanzaban en los niveles de intervención, y que el asesoramiento posterior al viaje aumentaba claramente la seguridad en la conducción. Sin embargo, sigue habiendo diferencias entre conductores y países. Además, las intervenciones tuvieron menos efecto en los conductores profesionales», afirma Brijs, de la Universidad de Hasselt, entidad anfitriona del proyecto.

Los próximos pasos

El sistema i-DREAMS pretende inculcar una cultura de la conducción más segura. Para ayudar a integrarlo, se creó el tablero web i-DREAMS para las empresas de transporte, que incluye un mentor/consejero asignado a los conductores. El consorcio del proyecto ya ha llegado a un acuerdo con sus socios industriales para comercializar la tecnología y, ahora, está negociando los primeros contratos con empresas de transporte. «Estoy orgulloso de que la tecnología del proyecto, que entraña una gran complejidad técnica, jurídica y ética, pueda comercializarse casi de inmediato, lo que contribuirá a lograr unas carreteras más seguras», concluye Brijs. El equipo estudia ahora la forma en que sus datos anonimizados en bruto y procesados podrían ayudar a los centros de enseñanza y a los responsables políticos a comprender mejor el comportamiento al volante, con un primer extracto de datos disponible en Zenodo.

Palabras clave

i-DREAMS, colisión, conductor, seguro, carretera, conducción, vehículo

Descubra otros artículos del mismo campo de aplicación