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The first biodegradable thermoset biopolymer to replace single-use plastics

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Reducir los residuos plásticos con macetas biodegradables de base biológica

Las macetas biodegradables podrían contribuir a reducir nuestra dependencia del plástico, así como los residuos y la contaminación.

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

El desarrollo de alternativas al plástico contribuirá a reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y a abordar el creciente problema de la contaminación por microplásticos. En la actualidad, solo se recicla un tercio de los residuos plásticos de la Unión Europea. Los microplásticos se encuentran cada vez más en el medio ambiente, así como en los alimentos y el agua potable. «Los polímeros de origen biológico producidos a partir de biomasa pueden ayudarnos a dejar de utilizar materias primas petroquímicas», señala Geert Noordzij, director del proyecto PlanticsInside de Plantics (Países Bajos). «Sin embargo, un problema es que no todos estos polímeros son biodegradables».

Alternativa biodegradable a las macetas de plástico

El proyecto PlanticsInside pretendía abordar este reto creando productos con una biorresina única, basada en un invento revolucionario de la Universidad de Ámsterdam. En concreto, el equipo del proyecto quería sustituir las macetas de plástico por una alternativa biodegradable. «Miles de millones de macetas acaban en la basura cada año», afirma Noordzij. «La gente se las lleva a casa de los centros de jardinería y puede que las metan en sus bolsas de residuos plásticos mezclados. Sin embargo, muy a menudo este plástico no se clasifica y se quema». La solución de Plantics fue combinar esta biorresina con papel moldeado, para producir una maceta totalmente biodegradable con un aspecto y un tacto naturales. La maceta se puede poner en el suelo con la planta, donde se descompone de forma similar a los residuos orgánicos.

El mercado apuesta por los envases sin plástico

Sin embargo, para tener éxito, se necesita la aceptación del mercado. Este proyecto financiado con fondos europeos permitió a la empresa construir una planta de demostración flexible, capaz de producir unas diez millones de macetas al año, para mostrar la viabilidad del concepto. «Un aspecto clave también era evaluar la preparación del mercado», añade Noordzij. «Todo el mundo afirma que quiere prescindir del plástico, pero siempre entran en juego los problemas de costes y la cadena de suministro». Noordzij señala que el mercado hortícola es muy complejo, con diversos cultivadores, promotores y minoristas. Un hallazgo clave fue que los cultivadores pueden resistirse a iniciativas que creen que podrían aumentar sus costes. «Por tanto, lo que hicimos fue dirigirnos al minorista para impulsar un cambio en el mercado», explica Noordzij. «Si sacan licitaciones pidiendo macetas biodegradables sin plástico para las plantas populares, toda la cadena cambiará».

Nuevos métodos para el mercado hortícola

El proyecto también ayudó a la empresa a comprender mejor el servicio que prestaba. Las macetas, que son de papel y se comercializan con la marca DOPA, se comportan de forma diferente a las macetas de plástico tradicionales, que son inertes. Cuestiones como la retención de agua y la sensibilidad al entorno no son las mismas. «Este fue un importante punto de aprendizaje», afirma Noordzij. «Nos dimos cuenta de que necesitábamos identificar cultivadores con la mentalidad adecuada y con suficientes procesos de calidad en marcha». Eso condujo a la elaboración de directrices de cultivo, que acompañan a las entregas de las macetas biodegradables. Noordzij y su equipo también visitan a los clientes para ayudarles a entender los cambios que deben introducirse. «No nos lo esperábamos, pero el proyecto ha supuesto para nosotros una expansión fuera de nuestra actividad principal», señala. «Todo nuestro planteamiento de este mercado es ahora diferente». Ahora, Plantics se propone ampliar aún más sus capacidades de producción, quizá con el apoyo de un socio. Ello contribuirá al crecimiento del mercado y a una mayor concienciación sobre la viabilidad y las ventajas de las macetas biodegradables. La empresa también tiene previsto trabajar en aspectos técnicos, como la mejora de la calidad del material biodegradable, con el fin de ampliar las líneas de productos a otros tipos de plantas.

Palabras clave

PlanticsInside, biodegradable, contaminación, residuos, plástico, biorresina, horticultura

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