Luchar contra la contaminación por plásticos con alternativas biológicas
El plástico es duradero y versátil, lo que lo convierte en un material popular en diversas industrias. Sin embargo, su durabilidad también significa que tarda cientos de años en descomponerse, lo que provoca su acumulación generalizada en el medio ambiente. La contaminación por plásticos tiene consecuencias graves para los ecosistemas, la fauna y la salud humana. La vida marina a menudo confunde el plástico con comida, mientras que las sustancias químicas de los plásticos y microplásticos también pueden entrar en el suelo, el aire y el agua.
Nuevos bioplásticos
Para afrontar la contaminación por plásticos es necesario un método holístico que incluya la concienciación pública, estrategias eficaces de gestión de residuos, innovación, también en materiales y envases, políticas eficaces y cooperación internacional. El equipo del proyecto SEALIVE, financiado con fondos europeos, se centra en el desarrollo de nuevos materiales biodegradables y compostables como alternativas a los plásticos. El consorcio aprovecha tecnologías punta para convertir fuentes de biomasa como microalgas, residuos orgánicos y otras materias primas vegetales sostenibles en materiales biológicos. Estos materiales se han utilizado en toda una gama de productos, desde envases reciclables para alimentos y cubiertos hasta redes de pesca y cajas. «SEALIVE no termina en los avances tecnológicos; se tiene en cuenta todo el ciclo de vida de los productos biológicos, incluida la eliminación y la gestión al final de su vida útil, y se definen modelos de negocio para garantizar la implantación a escala industrial», subraya la coordinadora del proyecto, Miriam Gallur. Este método garantiza que los productos creados no sólo sean eficientes, sino también sostenibles y respetuosos con el medio ambiente cuando se fabrican a escala industrial.
Validaciones de productos en el mundo real
En SEALIVE se involucra activamente a las partes interesadas, se llevan a cabo validaciones sobre el terreno en el mundo real y se difunden los conocimientos mediante formación y eventos. El objetivo es fomentar la adopción de productos bioplásticos sostenibles, especialmente en los sectores terrestre y marino. «Buscamos la validación de los productos de SEALIVE en condiciones reales mediante la participación de los usuarios finales y las partes interesadas del sector», explica Gallur. Por ejemplo, las redes de pesca se someten a una prueba piloto de doce meses en Chipre, las bolsas de malla para ostras se validan en Francia durante casi dos años y las cajas de pesca se evaluarán en Irlanda por pescadores y pescaderías. La colaboración temprana con los pescadores de Chipre permitió desarrollar productos a medida basados en sus opiniones. Además, los cubiertos reutilizables se probarán en supermercados con consumidores reales. Las partes interesadas que participaron en las pruebas recibieron formación previa sobre contaminación por plásticos, gestión de residuos y principios de economía circular por parte del consorcio de SEALIVE.
Recomendaciones políticas consistentes
Además, el equipo de SEALIVE organizó exposiciones interactivas en las que se mostraron los productos de los proyectos y se implicó a las partes interesadas de la industria, la política, el mundo académico y la sociedad civil en Bulgaria, Grecia, Croacia y Montenegro. En estos eventos no sólo se mostró el potencial de los bioplásticos, sino que también se identificaron obstáculos y lagunas en las normas de ensayo de tales materiales. La investigación llevada a cabo en SEALIVE ha dado lugar a la creación de cinco informes políticos, que contribuyen a los esfuerzos en curso para dar forma a las políticas de la UE e internacionales. El consorcio colaboró estrechamente con la Dirección General de Medio Ambiente en la comunicación sobre plásticos biológicos, biodegradables y compostables. Para apoyar todo el proceso de elaboración de políticas, el equipo de SEALIVE se ha centrado en establecer principios rectores para la formulación de políticas en lugar de hacer propuestas concretas. «Estos principios están concebidos para afrontar los retos persistentes como los residuos y garantizar políticas adaptables para el futuro», destaca Gallur. Los principios pretenden dejar un impacto duradero más allá del calendario del proyecto y están pensados para su aplicación universal durante un periodo prolongado. Garantizarán su relevancia y eficacia en la lucha contra la contaminación por plásticos, así como en el desarrollo de nuevas alternativas sostenibles que puedan encajar con aplicaciones específicas del mercado.
Palabras clave
SEALIVE, contaminación por plásticos, gestión al final de su vida útil, biomasa, plásticos biológicos, redes de pesca, envases alimentarios, recomendaciones políticas, cubiertos, cajas de pescado, materiales biodegradables, materiales compostables