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from Intrinsic Motivations to Transitional Wearable INtelligent companions for autism spectrum disorder

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Tratar el trastorno del espectro del autista con tecnología

La tecnología, que incluye camisetas que recogen datos y juguetes interactivos, está avanzando en la forma de diagnosticar y tratar el trastorno del espectro autista en niños pequeños.

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La Comisión Europea calcula que entre treinta y sesenta personas de cada diez mil padecen un trastorno del espectro autista (TEA). El TEA es un trastorno neurológico y del desarrollo que afecta a la forma en que una persona interactúa con los demás, se comunica, aprende y se comporta. «El TEA es un trastorno del desarrollo que dura toda la vida, lo que significa que un diagnóstico precoz y una intervención adecuada pueden ayudar tanto a los niños como a sus familias a gestionar eficazmente los síntomas», afirma Gianluca Baldassarre, investigador del Instituto de Ciencias y Tecnologías Cognitivas y coordinador del proyecto. Debido, entre otros retos, a la falta de una prueba diagnóstica universal integral, a menudo es más fácil decirlo que hacerlo. Pero las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y los dispositivos ponibles, están cambiando la forma de entender, diagnosticar y tratar el autismo y otros trastornos neurológicos relacionados. En iniciativas como el proyecto IM-TWIN, financiado con fondos europeos, se han desarrollado tecnologías nuevas para apoyar la intervención precoz en niños pequeños de entre treinta y sesenta meses diagnosticados de TEA. «El objetivo del equipo de IM-TWIN era construir un sistema tecnológico que pudiera ayudarnos a comprender el estado afectivo de un niño durante una actividad terapéutica», añade Valerio Sperati, investigador del mismo instituto y experto en dispositivos mecatrónicos de servicio. «Esa información es muy útil para los terapeutas, ya que les permite adaptar y afinar las actividades para que sean más eficaces a la hora de mejorar la competencia social del niño».

Juguetes interactivos para el TEA

El corazón del proyecto son los compañeros ponibles de transición (o TWC, por sus siglas en inglés), juguetes blandos e interactivos diseñados para niños pequeños. «Estos juguetes están diseñados para estimular la interacción socioemocional de los niños pequeños con TEA durante las sesiones de terapia», señala Beste Ozcan, investigadora de IM-TWIN. Uno de esos juguetes es el PlusMe, una almohada suave con aspecto de panda que se puede llevar alrededor del cuello. Gracias a su electrónica interna, el juguete emite luces de colores y sonidos divertidos cuando el niño toca sus patas. Estos efectos son muy gratificantes para los niños pequeños, ya que estimulan la curiosidad e impulsan la exploración espontánea. «El juguete puede utilizarse para organizar actividades sociales lúdicas, en las que el niño tiene que cooperar con el adulto que lo cuida, quien media en la respuesta del juguete para obtener el resultado deseado», señala Ozcan. Aunque los propios TWC se desarrollaron durante proyectos anteriores, se mejoraron considerablemente durante el proyecto IM-TWIN, añadiéndose nuevas funciones y capacidades de recogida de datos.

Una camiseta con sensores

El equipo del proyecto también desarrolló una innovadora camiseta mejorada con sensores capaz de recoger de forma fiable diversos parámetros fisiológicos en niños con TEA durante una actividad terapéutica. «Estas señales pueden procesarse para comprender el estado afectivo del niño, un estado que tradicionalmente ha permanecido oculto o poco claro», señala Sperati. Los datos recogidos se procesaron, por ejemplo, mediante un nuevo algoritmo creado por el equipo del proyecto denominado transformación de ondículas continua rápida (fCWT, por sus siglas en inglés), lo que demuestra la calidad de los datos recogidos. Otro resultado clave del proyecto fue una herramienta de detección del contacto visual. Esta herramienta, integrada en un par de gafas con cámara que lleva el terapeuta, utiliza la visión por ordenador para detectar de forma fiable el contacto visual entre el niño y el terapeuta, una capacidad social clave alterada en los niños autistas.

Comentarios positivos de los terapeutas

En el proyecto se crearon prototipos funcionales para todos sus resultados, que se probaron con éxito en sesiones terapéuticas reales con niños con TEA. «Los comentarios de los terapeutas que probaron nuestras herramientas confirmaron que este tipo de tecnología es muy valiosa y tiene un potencial significativo para avanzar en la forma en que diagnosticamos y tratamos el TEA en niños pequeños», concluye Baldassarre. Los investigadores trabajan actualmente en el desarrollo de las herramientas de IM-TWIN.

Palabras clave

IM-TWIN, trastorno del espectro autista, tecnología, TEA, inteligencia artificial, dispositivos ponibles

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