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Reduction of the Environmental Impact of aviation via Optimisation of aircraft size/range and flight Network

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La optimización de las redes de vuelo reducirá las emisiones de la aviación

Establecer una red mundial de vuelos con un consumo de combustible optimizado (y garantizar el uso de aeronaves construidas para la autonomía de vuelo adecuada) contribuiría a reducir las emisiones de la aviación.

Transporte y movilidad icon Transporte y movilidad

El sector de la aviación está tomando medidas para reducir las emisiones y mitigar su impacto en el medio ambiente. En 2022, por ejemplo, los 193 países que componen la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) adoptaron un objetivo mundial a largo plazo de cero emisiones netas de carbono en la aviación internacional para 2050. Para cumplir este objetivo, hay que abordar cuatro pilares clave de la aviación. Entre ellos figuran: una mejor tecnología aeronáutica; el desarrollo de combustibles sostenibles; las mejoras operativas y de infraestructuras, y la aplicación de medidas basadas en el mercado, como la compensación de emisiones de carbono y el comercio de derechos de emisión.

Reestructuración de las conexiones aéreas mundiales

El equipo del proyecto REIVON, financiado con fondos europeos, se centró en una categoría de mejoras operativas a la que hasta ahora se había prestado poca atención: la reestructuración de las conexiones aéreas mundiales. «El primer elemento que analizamos fue el potencial de ahorro de combustible de las escalas intermedias en vuelos de larga distancia», explica el coordinador del proyecto REIVON, Thomas Roetger, de Envisa, en Francia. «Un vuelo directo de larga distancia de Europa al Sudeste Asiático tendrá que transportar y quemar mucho combustible, sólo para transportar el combustible necesario para la segunda mitad del vuelo». Una parada intermedia en algún lugar supondría una disminución importante de la cantidad de combustible que debe transportar, lo que se traduciría en depósitos más pequeños y, por tanto, en aeronaves más ligeras. Con este tipo de aeronaves optimizadas, se obtendría un gran ahorro de combustible a pesar de la quema de combustible para el segundo despegue. Un segundo elemento que examinó el equipo del proyecto fue la reducción de la frecuencia en las rutas más transitadas. Roetger señala que, si bien los trenes de alta velocidad podrían sustituir varias rutas de corta distancia en Europa, muchas rutas aéreas nacionales muy frecuentadas en todo el mundo serían difíciles de cubrir por cualquier otro medio de transporte. El equipo del proyecto quería saber si sería más eficiente en términos de combustible reducir la frecuencia de esos vuelos (de cada media hora a cada una o dos horas, por ejemplo), pero con aeronaves más grandes para que el tráfico de pasajeros no se viera afectado.

Ahorro de combustible a escala mundial

En el proyecto se desarrollaron modelos teóricos para determinar si tales cambios operativos podrían suponer un ahorro significativo de combustible y, por tanto, beneficios económicos y medioambientales. A continuación, Roetger y su equipo intentaron cuantificar el ahorro total de combustible a escala mundial. «Llegamos a un ahorro del 10-20 % en el consumo mundial de combustible si se tiene en cuenta el uso de aeronaves de dimensiones adecuadas, incluidas las aeronaves con combinaciones de tamaño y autonomía que no existen hoy en día», añade Roetger. «El potencial de ahorro de CO2 identificado en REIVON es muy convincente y comparable al impacto acumulado de todas las demás medidas operativas destinadas a la reducción de emisiones ».

Operaciones de vuelo armonizadas en todo el mundo

Roetger señala que estas cifras son puramente teóricas y que hay que tener en cuenta las limitaciones prácticas. Entre ellas figuran consideraciones geopolíticas (como el aterrizaje en países en guerra), la falta de escalas intermedias adecuadas en regiones como el Pacífico, y la aceptación por parte de los pasajeros de las escalas intermedias y la programación menos frecuente en algunas rutas de corta distancia. «Tener una parada intermedia significa que el viaje duraría más de puerta a puerta, y reducir la frecuencia en las rutas más concurridas podría afectar a los pasajeros, por ejemplo cuando tienen que coger un vuelo de conexión», explica. «Ahora hay que investigar más a fondo todos estos puntos». En última instancia, en el proyecto se ha ayudado a subrayar que una red de vuelos con un consumo de combustible optimizado, junto con aeronaves de tamaño y autonomía optimizados, puede contribuir significativamente a reducir las emisiones de la aviación, junto con las nuevas tecnologías de aeronaves y combustibles.

Palabras clave

REIVON, aviación, emisiones, OACI, carbono, combustible, CO2

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