Consecuencias políticas de la crisis financiera
Durante la crisis financiera de 2008, se podría decir que fue el rescate financiero lo que cristalizó la percepción popular de que se estaba sacrificando el bien común en favor de las altas finanzas. El descontento con la forma en que los políticos gestionaron la crisis, exacerbado por las posteriores medidas de austeridad, inspiró muchos movimientos de protesta, como el Occupy. «Había una sensación generalizada de que los gobernantes anteponían los intereses de Wall Street a los de Main Street», afirma Pepper Culpepper, de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford. «Atacar a los bancos que eran "demasiado grandes para quebrar" se convirtió en un cliché tanto para los movimientos populistas como para los políticos convencionales». El equipo del proyecto BANK-LASH, financiado por el Consejo Europeo de Investigación y coordinado por Culpepper, quería cuantificar la ira pública, entender cómo afectaba la cobertura mediática a la opinión pública y determinar su impacto en la política. En las encuestas realizadas en seis países en 2020 se reveló que los participantes tenían opiniones claras sobre la regulación financiera, y en general deseaban más. En las pruebas experimentales se demostró que la lectura de noticias en los medios de comunicación sobre los escándalos bancarios aumentaba notablemente las demandas de regulación. «Los escándalos financieros llaman la atención sobre las finanzas y recuerdan a los políticos lo que quiere el público, lo que desempeña un papel importante a la hora de facilitar la legislación financiera», añade Culpepper.
Interacción entre opinión pública, cobertura mediática y formulación de políticas
Como señala Culpepper, no había ninguna bala de plata a disposición de los Gobiernos para reformar los bancos que habían quebrado de forma tan dramática entre 2007 y 2008. «Todas las opciones, como las reformas estructurales, tienen contrapartidas. Como economistas políticos, nos preocupan menos los efectos económicos de las reformas y más quién determina qué políticas se adoptan», explica Culpepper. Se utilizó el aprendizaje automático basado en grandes modelos lingüísticos (XLM-RoBERTa) para crear el primer conjunto completo de datos sobre la cobertura periodística de la banca en Alemania, Australia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Suiza. Se enseñó a los modelos de aprendizaje automático a reconocer las clasificaciones clave de los artículos, dándoles primero unos cientos de ejemplos codificados a mano, antes de procesar automáticamente los artículos restantes. El conjunto de datos resultante, compuesto por quinientos mil artículos de prensa multilingües, muestra cómo se enmarcó discursivamente a los bancos durante la crisis financiera mundial y la década siguiente. A continuación, se elaboraron estudios de casos de elaboración de políticas financieras y se cruzaron con los datos de los medios de comunicación para evaluar cómo los debates públicos influyeron en la elaboración de las leyes.
El interés público presenta una oportunidad política
En la mayoría de los países, la confianza en los bancos sigue siendo baja, inferior a la confianza en las empresas tecnológicas, las empresas energéticas e incluso en el Gobierno. Sin embargo, la confianza en los bancos aumentó en todos los países encuestados en 2023 en comparación con 2020. Otra conclusión clave fue que la opinión pública de los países estudiados había influido en las reformas que los Gobiernos habían intentado adoptar tras la crisis. Esto se tradujo, por ejemplo, en políticas de «separación» en el Reino Unido, que separaba la banca minorista de la de inversión. «También descubrimos que, aunque los escándalos financieros son los motores de la reforma financiera tras la crisis, no provocaron que la gente quisiera más regulación general del mercado o más redistribución», dice Culpepper.
Los hallazgos podrían incorporarse a los manuales de política empresarial
Los hallazgos de BANK-LASH demuestran que el público sigue interesándose por cuestiones aparentemente técnicas que afectan a su vida, como la regulación financiera, sobre todo en tiempos de crisis y escándalos. «Hemos constatado repetidamente que la opinión pública ofrece un poderoso recurso a los emprendedores políticos, pero necesita ser aprovechado en el momento adecuado. Nuestro trabajo podría informar estrategias de reforma de los mercados de capitales para liberar financiación para iniciativas asociadas al Pacto Verde Europeo, por ejemplo», concluye Culpepper. En la actualidad, el equipo tiene pendientes seis artículos sobre diversos aspectos del proyecto, entre ellos uno que analiza cómo los escándalos empresariales pueden cambiar la opinión pública sobre otras cuestiones, como la regulación en materia de cambio climático.
Palabras clave
BANK-LASH, bancos, regulación financiera, crisis, 2008, rescate