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Capture, recycling and societal management of phosphorus in the environment

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Nuevas soluciones para el reto europeo del fósforo

Los métodos innovadores para reciclar el fósforo podrían reportar beneficios medioambientales y hacer a Europa menos dependiente de las importaciones.

El fósforo es un mineral esencial para todos los organismos vivos y se utiliza ampliamente como fertilizante para la producción de alimentos. Un reto clave para la Unión Europea (UE) es que este producto químico tiene que importarse, lo cual hace que Europa dependa de la estabilidad de las cadenas de suministro y sea susceptible a los choques geopolíticos externos. «El problema es que el fósforo no puede sustituirse por ningún otro nutriente: es un recurso limitado que necesitamos para cultivar», explica Kasper Reitzel, coordinador del proyecto RecaP(se abrirá en una nueva ventana), de la Universidad del Sur de Dinamarca(se abrirá en una nueva ventana). «Otro reto es que, después de ingerir alimentos, el fósforo acaba en nuestros sistemas de aguas residuales. Si vertemos demasiado en el medio acuático, el fósforo puede convertir nuestros lagos y aguas dulces en eutróficos porque es un fertilizante, y las microalgas verdes se apoderan de ellos».

Nuevas formas de reciclar el fósforo

El proyecto RecaP, apoyado por las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana), pretendía identificar nuevas formas de reciclar el fósforo, para reducir nuestra dependencia de las importaciones y limitar el impacto ambiental en los sistemas de agua dulce. Para ello, el proyecto reunió a quince investigadores de doctorado de los sectores de las ciencias sociales, la agricultura, la ingeniería y las aguas residuales. Entre los temas principales figuran la captación y reciclaje del fósforo de las aguas residuales, las nuevas técnicas de restauración de las aguas dulces, las estrategias para mejorar la utilización de los cultivos y los obstáculos y potenciadores de una mejor gestión del fósforo en la sociedad. Cada estudiante llevó a cabo su propio proyecto, a la vez que compartía sus conocimientos y experiencias con los demás. «Ello permitió a los investigadores noveles ver el panorama completo», afirma Reitzel. «Un químico que trabaje en la síntesis de un compuesto fijador de fósforo para la gestión de aguas residuales, por ejemplo, podría transferir esta tecnología al sector medioambiental, para ver si puede emplearse en la restauración sostenible de lagos o utilizarse en campos agrícolas».

La formación interdisciplinar es la clave del éxito

La formación interdisciplinar fue un éxito fundamental del proyecto. «Me gustó mucho ver a los quince doctorandos deseosos de aprender unos de otros», señala Reitzel. «La red que se creó fue tan valiosa como su propia investigación». Se contó con la participación de múltiples supervisores, lo cual garantizó que los estudiantes estuvieran expuestos a diversos campos de investigación, así como a la industria. «Se trata de un grupo muy diverso de científicos sociales, químicos, biólogos e ingenieros que intentan resolver el problema del fósforo y hacer que Europa sea más sostenible», señala Reitzel.

Una nueva generación de especialistas en fósforo

Reitzel cree que el proyecto ha contribuido a crear una nueva generación de especialistas en fósforo con conocimientos en diversas disciplinas. Compartir competencias, experiencias y conocimientos será esencial para garantizar cambios transformadores en el uso del fósforo. Todo ello se ajusta al Plan de Acción para la Economía Circular(se abrirá en una nueva ventana) de la UE, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo de una economía en que el valor(se abrirá en una nueva ventana) de los productos, materiales y recursos se mantenga el mayor tiempo posible. «En Dinamarca, este proyecto fue también la razón principal por la que nos involucramos en un proyecto de diez millones de euros sobre restauración sostenible de lagos, financiado por la Fundación Poul Due Jensen/Grundfos(se abrirá en una nueva ventana) », añade Reitzel. «La idea de conseguir lagos más limpios y, a su vez, reciclar el fósforo les gustó. Es un buen ejemplo de cómo RecaP ha abierto nuevas oportunidades».

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