De científico ciudadano a defensor de la democracia
La participación ciudadana es esencial para conseguir una democracia saludable. Si bien votar es la forma más obvia en que los ciudadanos participan en su democracia, la ciencia también puede desempeñar un papel importante: ayudar al público a comprender mejor cuestiones complejas, facilitar un discurso basado en hechos y generar confianza. El proyecto ECS refuerza esta conexión mediante el fomento de la ciencia ciudadana en toda Europa. Aprovechando los recursos comunitarios, como las bibliotecas, el proyecto ha puesto en marcha la Academia Europea de Ciencia Ciudadana, ha creado una red de veintiocho embajadores activos de la ciencia ciudadana en Europa y está trabajando para posicionar a Europa como líder mundial en ciencia ciudadana.