La producción de energía, limpia de polvo y paja
Se conoce como biomasa cualquier materia prima o tratada de origen orgánico, tales como los árboles y plantas de rápido crecimiento, los desechos agrícolas y residuos de madera. Incrementándose el empleo de biomasa con fines energéticos se reducirán directamente las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de las reservas de petróleo, se impulsarán las economías rurales y se generará una industria nueva de grandes dimensiones. Más que ningún otro recurso energético, la biomasa es capaz de atender simultáneamente necesidades energéticas, medioambientales y económicas nacionales. La paja abunda en la mayoría de las regiones europeas; como recurso importante de biomasa, se prestaría en buenas condiciones de sostenibilidad y renovabilidad a la generación de electricidad. Asumidos estos desafíos, un proyecto nuevo culminó con el desarrollo y experimentación de una técnica de gasificación de la paja con fines de alimentación energética de centrales eléctricas. La tecnología utilizada recoge varias técnicas especiales que garantizan niveles superiores de funcionalidad y productividad del proceso de operación, y, sobre todo, evitan el riesgo de generación abierta de contaminantes contenidos en las emanaciones, como por ejemplo el cloro-álcali. Esta tecnología de fácil aplicación es una buena candidata para perspectivas de producción a gran escala, con la conexión de instalaciones con centrales eléctricas existentes. La conversión de paja en electricidad muestra una eficacia energética del 40 por ciento, dato éste que, en términos de competencia económica, acerca mucho esta bioenergía a otras alternativas tradicionales. Entre otras ventajas, la técnica reduce las emisiones de los contaminantes más críticos, en especial el SO2 y los NOx. Una valoración más aguda de las ventajas ambientales de este recurso bioenergético o el impacto negativo de combustibles fósiles baratos y de amplia difusión pondrá a esta tecnología en condiciones de ofrecer una alternativa económica y de aumentar, más adelante, el porcentaje de suministro energético correspondiente a los recursos bioenergéticos.