Promover las biorefinerías en Europa
El uso de la biomasa no en realidad nada nuevo, ya que antes de la Revolución Industrial la combustión de madera constituía la fuente principal de energía para calentar, cocinar, etc. En la actualidad, enfrentada al problema medioambiental de los combustibles fósiles, la sociedad moderna trata de volver a las fuentes de energía más renovables, como la biomasa. La política de ampliación de la Unión Europea pretende establecer la cooperación entre los Estados Miembros de la UE y los países nuevos asociados. La idea de las biorefinerías proporcionó el marco adecuado para esa cooperación. Las biorefinerías utilizan biomasa y generan biocombustibles, electricidad y subproductos para su explotación. Financiadas por el Programa GROWTH, siete empresas pusieron en común su experiencia para decidir la mejor forma de promover la aparición de biorefinerías en Europa. En función de las clases (productos de la madera y la agricultura, residuos sólidos, etc.) y las cantidades de biomasa disponibles, las biorefinerías se pueden optimizar para generar la mayor cantidad de valor (expresada en ingresos o unidades de energía). Para que este paso resulte más sencillo para los países y las regiones que tratan de poner en marcha biorefinerías, el consorcio ha previsto la creación de un Modelo Virtual de Empresa de Biorefinería (VBE, por sus siglas en inglés). El Instituto de Minería de Polonia (GIG) dirigirá esta labor y adaptará el VBE a los estudios de los países bálticos. Una de las actividades que desarrollará GIG y sus socios en los próximos tres meses es la investigación de la creación de biorefinerías modulares y flexibles. La selección entre las distintas clases de mecanismos de conversión (e.g. pirólisis, descomposición bacteriana, fermentación, etc.) se debe realizar en función de los límites establecidos en cada región. Uno de los principales esfuerzos del consorcio será la demostración de una biorefinería con éxito en la región báltica. Por ultimo, se estudiará una posible sinergia con la economía del hidrógeno que tanto promete, así como el papel que puede jugar la Política Agraria Común (PAC) de Europa en la promoción de las biorefinerías. La esperanza es que el hecho de reunir a científicos cualificados de dentro y fuera de Europa ayude a llevar adelante la idea de las biorefinerías, sobre todo en las zonas rurales, donde mayores posibilidades hay para un impacto positivo.
