Nuevos sensores contra el uso ilegal de andrógenos en animales
El proyecto RADAR, financiado con fondos comunitarios, trabajó en el desarrollo de nuevas tecnologías de biosensores para el control de animales y productos de origen animal antes de su entrada en la cadena alimentaria. Estos biosensores utilizan la tecnología de afinidad electromecánica para detectar residuos de andrógenos en productos de origen animal y productos cárnicos. Gracias a este enfoque se podrían desarrollar metodologías rápidas y rentables para fomentar la seguridad alimentaria y mejorar la calidad de la cadena alimentaria humana. El University College de Cork, socio del proyecto, desarrolló sensores innovadores para diversos andrógenos en animales, cuyo uso está prohibido por la legislación europea. Estos andrógenos activos desde el punto de vista anabólico incluyen la boldenona, metilboldenona, estanozolol, testosterona, metiltestosterona y 19-nortestosterona. Estos aditivos hormonales se emplean para impulsar el crecimiento, pero también conllevan un riesgo para la salud. El sensor prototipo que se desarrolló tenía el tamaño de un bolígrafo, lo que facilita su uso e incluía anticuerpos policlonales, desarrollados por otros miembros del consorcio para la detección de los seis andrógenos. Los desarrolladores están buscando más apoyos en forma de capital de riesgo compartido u otros acuerdos de licencia adecuados.