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Production of fungal carotenoids for healthy nutrition

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Suplementos para la salud derivados de los hongos

La producción de suplementos para la salud por medios biotecnológicos más que industriales constituye un área en plena expansión. En el marco de un proyecto europeo, los científicos han analizado la producción de ubiquinona, una importante enzima respiratoria, a través de los hongos.

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La coenzima Q, o ubiquinona, es el nombre común con que se conoce al conjunto de vitaminas y suplementos por un motivo justificado. Es un fuerte antioxidante y por eso protege frente a los radicales libres que captan deshechos. Los estudios han demostrado que puede reducir la presión sanguínea y ser utilizada en el tratamiento de determinados tipos de cáncer. Se produce de forma natural en el cuerpo, sobre todo en el corazón, pero desgraciadamente su concentración en los tejidos puede disminuir a partir de los 35 años. Los científicos que participaron en el proyecto FUNGAL CAROTENOIDS, financiado con fondos comunitarios, investigaron la producción de carotenoides por parte de diferentes especies de hongos. Los carotenoides comparten una relación química con la coenzima Q, ya que son parte del grupo más amplio, los terpenoides. Los socios del proyecto en la Universidad de Sevilla centraron su investigación en la coenzima y sus métodos de producción en la especie fúngica de los zigomicetos. Con ayuda de moléculas trazadoras radiactivas, siguieron la producción de la coenzima Q y otros compuestos, por ejemplo el caroteno. Observaron que estas células fúngicas estaban compuestas del equivalente a los departamentos de producción en una fábrica. Cada compartimento subcelular producía su propio producto final y poseía su propio conjunto de metabolitos o materias primas. Con la idea de la producción comercial en mente, los científicos investigaron también cómo varía la producción de ubiquinona con las condiciones ambientales. La presencia de caroteno o de iluminación no tuvo efecto alguno. Sin embargo, la leucina y el acetato como fuentes de carbono generaron una regulación ascendente de la ubiquinona. Además, los científicos observaron que el género fúngico o la fuente de la coenzima es importante en ocasiones. El antibiótico oligomicina aumenta la producción en Phycomeces pero no en Blakeslea. Este trabajo podría ser una plataforma para futuros proyectos de investigación en estas líneas de producción microbiana. La salud del consumidor y las industrias alimentaria, farmacéutica y biotecnológica esperan poder beneficiarse de esta línea de investigación.

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