Los precios competitivos desde otro prisma
Los precios de los bienes y servicios de los distintos sectores industriales pueden fijarse u oscilar en función de criterios como la demanda, la competencia, los descuentos, la rentabilidad, etc. Este concepto basado en la variabilidad en los precios se conoce como sistema no lineal de establecimiento de precios, y suele ser malinterpretado por las partes implicadas y la competencia. Un ejemplo de estas prácticas son los programas de viajero frecuente de las aerolíneas, que ofrecen precios distintos a distintas personas. Los precios variables y los descuentos responden a un razonamiento científico y lógico respecto a cómo mantener la rentabilidad de un artículo o cómo dar salida a productos con bajo nivel de rotación. Es fundamental desentrañar los motivos que subyacen a los programas de fidelización mediante descuentos para garantizar la competencia y para distinguir los comportamientos anticompetitivos de las variaciones en los precios inocuas o con escasa repercusión. El proyecto Nonlin («Sistema no lineal de establecimiento de precios en las relaciones sectoriales verticales»), financiado con fondos comunitarios, se ha propuesto estudiar los sistemas no lineales de establecimiento de precios. Con los resultados de esta iniciativa se pretende asistir en la elaboración de políticas y la formulación de leyes en materia de competencia. En términos generales, se ha prestado más atención a los programas de descuentos no lineales en los mercados minoristas, que suelen ser más transparentes que los empleados en las relaciones entre fabricantes y minoristas. En estos sectores, los sistemas no lineales de establecimiento de precios suelen consistir en descuentos asociados al volumen de compras. Estos descuentos pueden hacer que los compradores adquieran más productos de la empresa que los aplica que de la competencia. Pero estas prácticas y descuentos suelen estar en el punto de mira de las leyes antimonopolio, cuya finalidad es regular las conductas anticompetitivas para mantener o fomentar la competencia de los mercados. Estas operaciones suelen implicar a grandes empresas, y las leyes antimonopolio tienen por objeto evitar que supongan una amenaza para los intereses económicos de otras grandes empresas de la competencia. Las políticas de precios que permiten a los fabricantes realizar descuentos muy agresivos pueden poner en jaque a las teorías económicas. Ello se debe a que resulta complicado explicar por qué iba una empresa bienintencionada a cobrar menos por un pedido más grande, lo que pone en alerta a los responsables del cumplimento de las leyes antimonopolio. No obstante, las investigaciones en el campo de la economía demuestran que asociar la utilización de este tipo de descuentos por parte de las grandes empresas con la exclusión podría carecer de fundamento. Por otra parte, las empresas suelen aplicar estos descuentos en situaciones que no plantean riesgos de exclusión. Estas conclusiones y otras tendencias recientes de las legislaciones europea y estadounidense ponen de relieve la importancia de los descuentos de fidelización. Por consiguiente, el proyecto analiza el papel de los descuentos de fidelización en el comportamiento comercial de las empresas y define las circunstancias en las que estas prácticas pueden dar lugar a eficiencias. Ha quedado patente que no existe una única respuesta a la cuestión de los sistemas no lineales de establecimiento de precios. Esta práctica puede resultar inofensiva en algunos casos y perniciosa en otros. Cuando el proyecto Nonlin alcance sus objetivos, los responsables políticos dispondrán de más información para revisar y modificar la legislación antimonopolio en beneficio de la industria.