Fabricación de tejidos duraderos a partir de fibras vegetales Las fibras naturales se utilizan para confeccionar tejidos desde hace miles de años y constituyen una alternativa atractiva al uso de polímeros derivados del petróleo para tal confección. Recientemente, unos investigadores desarrollaron una serie de tejidos fabricados con polímeros biológicos que disminuyen drásticamente el efecto en el medio ambiente y ofrecen la misma durabilidad. Tecnologías industriales © Thinkstock El cambio climático y también el cambio de actitudes han provocado que los productos fabricados con el petróleo como base sean más caros y también poco deseables en el mundo moderno. Los polímeros biológicos, o derivados de fuentes biológicas, ofrecen a la industria textil una fuente de fibras exenta de petróleo, pudiendo incluso ofrecer ventajas en cuanto a costes y durabilidad con respecto a los tejidos sintéticos. El proyecto financiado con fondos europeos «Development of new agrotextiles from renewable resources and with a tailored biodegradability» (BIOAGROTEX) se puso en marcha con el objetivo de investigar la producción de tejidos a partir de fibras naturales y polímeros de origen biológico. Se centró en tejidos agrícolas como alternativas a los tejidos derivados del petróleo tan extendidos en la actualidad. Se investigaron fuentes de fibra natural europeas como el lino, el cáñamo, residuos del lúpulo y la ortiga. Las opciones más prometedoras fueron el lino y el cáñamo, que presentaban una producción elevada de fibra con propiedades favorables. El equipo del proyecto estudió también alternativas económicas para el tratamiento de estas fibras sobre el terreno, con el fin de mejorar su utilidad al reducir los costes de procesamiento. Se determinó que otra fuente de fibra natural alternativa y económica era el yute reciclado. También se constató la utilidad, como tratamiento de fibras naturales, la aplicación de un recubrimiento con biorresina a base de furanos. Este tratamiento incrementaba notablemente la durabilidad de las fibras y no dañaba su flexibilidad y resistencia. Una serie de biopolímeros, entre ellos el ácido poliláctico, se procesaron para obtener fibras, hilos de uno o múltiples filamentos. A partir de estos productos intermedios, y en colaboración con unas cuantas empresas pequeñas, se confeccionaron varios tejidos para aplicaciones agrícolas, en concreto, tejidos de punto para cubrir cultivos y diversos tejidos para cubrir el suelo con distintos fines. Todos los productos se sometieron a rigurosas pruebas de campo y sus prestaciones igualaron o superaron las de los productos comparables derivados del petróleo. BIOAGROTEX ha desarrollado y probado alternativas útiles de base biológica para la producción de tejidos agrícolas, algunos de los cuales ya están a la venta en Europa. La confección de tejidos seguros y duraderos a base de biopolímeros constituye un logro importante que, a largo plazo, disminuirá la dependencia de Europa de los combustibles fósiles.
