Una investigación sobre el trastorno de la vejiga hiperactiva responde a la llamada de la naturaleza
El complejo de síntomas de la VH es una de las principales causas de micción involuntaria, a consecuencia de contracciones que dan lugar a una «urgencia». Se desconocen en su mayor parte las razones de este fenómeno, pero además los tratamientos actuales sólo son eficaces en parte e incluso conllevan efectos secundarios adversos. La iniciativa financiada con fondos europeos INCOMB (Combating incontinence, from basic science to clinical practice) determinó la patogénesis de la VH para mejorar las pruebas de diagnóstico. Para conseguir un máximo de eficacia, el consorcio estaba formado por expertos en el funcionamiento del tracto urinario inferior procedentes de una amplia gama de especialidades. El equipo de INCOMB se centró en la comunicación entre diferentes tipos de células y desarrolló nuevas técnicas para medir los componentes de señalización en las células del revestimiento vesical, los nervios sensoriales, y el músculo liso. Los investigadores identificaron las células que modulan las contracciones de la pared de la vejiga. El equipo comparó las estructuras y la localización de las células intersticiales en vejigas normales y enfermas. También descubrió nuevos receptores en las mismas que quizás se podrían utilizar para una terapia dirigida o dianizada. INCOMB encontró receptores TRPV1 en diferentes células de la vejiga que respondían a estímulos de calor y acidez. Estos canales también ofrecen posibilidades terapéuticas al influir en ellos compuestos químicos específicos. En cuanto a las posibilidades que ofrece la toxina botulínica para el tratamiento de la VH, los investigadores estudiaron los mecanismos y los efectos estructurales de esta neurotoxina. A través de sus trabajos clínicos determinaron que ésta suprime con eficacia el comportamiento de la VH en pacientes que son resistentes a los agentes antimuscarínicos. Desde INCOMB organizaron además un importante congreso en Estocolmo (Suecia) y un simposio conjunto con otro proyecto financiado por la Unión Europea, TRUST, para el que contaron con el apoyo de la Academia Sueca Enuresis y la Asociación Europea de Urología. Aunque INCOMB no ha seleccionado ninguna diana específica para su comercialización, pero sí que ha identificado varias dianas posibles, entre ellos receptores en las células intersticiales. El proyecto impartió formación en campo a científicos, a raíz de lo cual se espera que surja a largo plazo una nueva generación de urólogos que hagan prosperar a la investigación sobre la vesícula en el futuro. El poder contar con nuevas terapias dianizadas eficaces contra la incontinencia urinaria mejoraría significativamente la calidad de vida de millones de personas. Los resultados de INCOMB han abierto además nuevas vías de investigación para poder seguir explorando a fondo esta penosa enfermedad.
Palabras clave
Vejiga hiperactiva, INCOMB, incontinencia, tracto urinario, TRPV1, toxina botulínica
