Fármacos nuevos contra la malaria y la tuberculosis
Los isoprenoides o terpenos son hidrocarburos esenciales para todos los organismos vivos. En Plasmodium falciparum y en distintas especies de Mycobacterium —los agentes responsables de la malaria y la TB, respectivamente— los isoprenoides se sintetizan mediante una ruta que precisa de enzimas aeróbicas (ruta de la 1-desoxi-D-xilulosa-5-fosfato, o DOXP). La ausencia de esta ruta en humanos implica que se puede utilizar como un objetivo del tratamiento contra las dos enfermedades mencionadas. Cuatro ensayos clínicos permitieron demostrar que el antibiótico fosmidomicina es útil contra la malaria gracias a que logra inhibir la ruta de la DOPX. El proyecto financiado con fondos europeos 02-Sensitive Targets se propuso desarrollar inhibidores de nuevas dianas de la ruta de la DOPX. A largo plazo se propuso combinar distintos fármacos que crearan sinergias de cara a la inhibición de las enzimas de esta ruta. Mediante una tecnología de cribado de alta resolución se identificaron los principales inhibidores y se dedujo las estructuras químicas de los compuestos activos presentes en estos extractos de productos naturales. Trabajos adicionales de química médica permitieron desarrollar varios candidatos adicionales que podrían convertirse en estándares de terapias contra la TB y la malaria. Además, estos fármacos también podrían servir como tratamiento contra las infecciones provocadas por patógenos resistentes a los fármacos convencionales.