Los mecanismos moleculares del ejercicio físico
Desde hace varios años han aumentado enormemente los casos de diabetes de tipo 2, obesidad y síndrome metabólico. Sin duda es necesario tomar medidas para prevenir que el coste de esta epidemia desborde los sistemas sanitarios. A pesar de que los factores genéticos podrían predisponer a ciertos individuos hacia estas afecciones, no cabe duda de que los determinantes del entorno desempeñan una función crucial. La obesidad y la resistencia a la insulina, ambos precursores de la diabetes de tipo 2, surgen a causa de un desequilibrio entre la ingestión y el gasto de energía. El ejercicio asiduo y una dieta adecuada proporcionan un grado de protección contra el desarrollo de estas enfermedades y una primera línea de defensa al diseñar un tratamiento. El proyecto financiado con fondos europeos Exgenesis se propuso mejorar el conocimiento que se posee sobre los mecanismos moleculares responsables de estos efectos beneficiosos sobre el organismo. Los socios del proyecto analizaron los efectos del reposo en cama en jóvenes con un riesgo mayor de padecer diabetes de tipo 2 debido a factores genéticos o medioambientales. Los resultados apuntaron a que este reposo provocó una resistencia a la insulina que los portadores de la variante del gen TCF7L2, que predispone a la diabetes de tipo 2, no eran capaces de compensar. Los análisis de expresión génica realizados permitieron identificar genes participantes en la función mitocondrial y otros genes nuevos que podrían ser responsables de la aparición de la resistencia a la insulina. Sorprendentemente, gran parte de los cambios en la expresión génica diferían entre los grupos de riesgo caracterizados por el factor genético o el medioambiental, lo que aportó indicios sobre la respuesta posible de cada uno de estos grupos a la falta de actividad física. Además, se apunta a que los cambios epigenéticos debidos a factores medioambientales influyen en la susceptibilidad a padecer diabetes de tipo 2. Los descubrimientos del proyecto Exgenesis podrían conducir a la identificación de nuevas dianas y tratamientos contra la diabetes de tipo 2 y contribuir al desarrollo de políticas nuevas que fomenten un estilo de vida más saludable.