Multiplicar los beneficios de las buenas prácticas docentes
Un proyecto denominado «The FIBONACCI Project - Large scale dissemination of inquiry based science and mathematics education» (FIBONACCI)(se abrirá en una nueva ventana) y financiado por la Unión Europea se basó en el trabajo de dos iniciativas anteriores —«Pollen» y «Sinus-Transfer»— con el propósito de promocionar los aspectos cruciales para la renovación de las prácticas que se producen en el ámbito de la enseñanza científica. Sus miembros se sirvieron de un enfoque variado e innovador para alcanzar su objetivo principal, que no era sino aplicar una estrategia de difusión de la IBSME a gran escala a través de una red europea de centros de referencia (CR). El proyecto aprovechó el efecto exponencial propio del proceso de hermanamiento para desarrollar una metodología de transferencia de conocimientos que pudiera servir como modelo para los CR. En concreto, FIBONACCI definió un proceso de difusión mediante el que se originó una vía para la transferencia de conocimientos desde doce CR hasta veinticinco centros hermanados (TC, twin centres). Diversos TC, denominados «centros hermanados 2», estaban considerados como CR en ciernes.A lo largo de los tres años de duración del proyecto, el trabajo abarcó tanto la educación primaria como la secundaria. El objetivo consistía en hacer partícipes del proceso a 2 500 docentes y 45 000 estudiantes. En conjunto, la iniciativa contó con la participación de treinta y siete centros de veinticuatro países y recibió el respaldo de algunas de las instituciones científicas más prestigiosas, entre las que se incluían diversas academias nacionales de ciencias. El trabajo se cimentó en tres pilares maestros: la educación sobre ciencias y matemáticas basada en la indagación para potenciar la cultura científica, crear iniciativas locales en pos de la innovación y la sostenibilidad, así como adoptar una estrategia de hermanamiento para difundir la pedagogía fundamentada en la indagación. La sucesión de Fibonacci constituyó la base del modelo de difusión, que consistía en fomentar que los TC reprodujeran las exitosas estrategias adoptadas por los CR. El «modelo FIBONACCI» superó la prueba de campo, ya que la totalidad de los centros cumplieron con los objetivos fijados —cuando no los sobrepasaron ampliamente—, en especial en lo referente al desarrollo profesional de los profesores en materia de IBSME. El mecanismo de hermanamiento y el sistema —asociado al mismo— de apoyo a los profesores y a los encargados de formar a estos demostró, en cómputos generales, ser realmente efectivo a la hora de difundir la IBSME por toda Europa. Otras labores del proyecto fueron sesiones de formación, la publicación de cinco folletos y la creación de varias fórmulas y modelos para ahondar aún más en el desarrollo profesional. Todo lo dicho contribuyó al éxito de la iniciativa FIBONACCI y produjo un impacto positivo e inmediato que continuará en el futuro. De hecho, alrededor del 80 % de los centros que formaron parte del proyecto dejaron constancia de su interés en seguir colaborando con las instituciones a las que se habían hermanado una vez concluyera el periplo de la iniciativa.