La observación automática de las personas
La interpretación automática de las interacciones sociales también es un campo de investigación complejo. Si los investigadores se acercan demasiado a la acción los participantes pueden inhibirse, lo que interferiría en el curso natural del intercambio, o incluso pueden no llegar a interactuar. La observación a distancia es mucho menos invasiva pero puede dificultar el seguimiento de las interacciones y los intercambios, la captación de matices y hasta la identificación de los distintos interlocutores. Generalmente, el propio hecho de observar interacciones complejas en el marco de grupos grandes plantea dificultades. El proyecto «Analysing social interactions at a distance» (ANASID), financiado a través del subprograma «Personas» del Séptimo Programa Marco de la UE (7PM) se propuso, como su propio nombre indica, analizar las interacciones sociales desde la distancia. Los artífices de esta iniciativa experimentaron con varias tecnologías y diseñaron métodos de análisis automático del comportamiento social en congregaciones multitudinarias de personas. ANASID tenía por objeto desarrollar técnicas de identificación automática de grupos sociales y de las personas que toman la palabra dentro de los mismos, así como estudiar los aspectos sociales del comportamiento grupal. Del vídeo original empleado en el proyecto, el cual se modificó para ocultar las caras visibles y salvaguardar la privacidad de los participantes, se extrajeron ochenta fragmentos de diez segundos cada uno para estudiar los grupos de conversación, la postura de la cabeza y la orientación y posición del cuerpo. A los efectos de recopilar información sobre personas conversando en grupos, el equipo de ANASID organizó un encuentro de citas rápidas en el campus y empleó una serie de medios técnicos para registrar sus interacciones: dos cámaras cenitales que permitían grabar dos citas rápidas al mismo tiempo y teléfonos android con una aplicación especial de grabación incorporada. Las imágenes de vídeo permitieron analizar los movimientos de las personas y comprobar si se sentían atraídas mutuamente. Por desgracia, el equipo de grabación de sonido no funcionó correctamente y apenas se registraron conversaciones. Para evitar este problema, el equipo adquirió sistemas de grabación mediante micrófonos inalámbricos y los utilizó junto con sensores corporales y otros dispositivos audiovisuales para realizar un experimento a mucho mayor escala. Asimismo, se llevó a cabo un experimento de laboratorio, más controlado, consistente en un encuentro entre treinta y dos personas que no se conocían. El equipo se sirvió de acelerómetros colgados alrededor del cuello de los participantes para detectar sus intervenciones. ANASID logró desarrollar técnicas eficaces de detección automática de conversaciones entre varias personas con una precisión de entre el 87 % y el 92 %, así como estudiar métodos para detectar quién habla cuando se trata de grupos en los que intervienen varios interlocutores. Estos hallazgos resultarán muy útiles para estudiar las interacciones sociales en dinámicas de grupo sin recurrir a métodos invasivos.
