Nuevas dianas terapéuticas para el asma
El asma alérgica es una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias provocada por alérgenos tales como los ácaros del polvo doméstico (APD). Existen pruebas científicas de que las células epiteliales bronquiales producen linfopoyetina estromal tímica (TSLP) e interleucina (IL)-33 como respuesta a los alérgenos. Estas citoquinas proinflamatorias que median la respuesta inmune innata ordenan a las células dendríticas, que son las células presentadoras de antígeno del sistema inmunitario, que activen la respuesta inmune humoral de los linfocitos T2 cooperadores («helper») o Th2, que es la responsable de la inflamación crónica. El objetivo clave del proyecto TSLP IN ASTHMA era investigar el resultado terapéutico de las intervenciones mediadas por cualquiera de estas citoquinas inducidas por alérgenos. Para ello, los investigadores utilizaron un modelo de ratón «humanizado» cuyo sistema inmunitario se reconstituyó con células de pacientes con asma alérgica. Al analizar los niveles de expresión de las citoquinas proinflamatorias en estos animales, los miembros del consorcio observaron altos niveles de expresión de TSLP e IL-33, comprobando que esta última desempeñaba un papel más importante en los ratones recién nacidos que en los ratones adultos. Además se hallaron elevados niveles de expresión del receptor de la IL-33 (T1/ST2) en las células dendríticas de pulmón y en las células linfoides de la inmunidad innata de los animales jóvenes. Los estudios de bloqueo con anticuerpos del receptor OX40L de las células dendríticas o del receptor de IL-33 en ratones neonatos durante la fase de sensibilización o de reto con el alérgeno del protocolo para los APD demostraron una reducción significativa de las manifestaciones características del asma. Estos resultados validan el concepto inicial de la posibilidad de utilizar esta vía para tratar o prevenir el asma alérgica. Aunque estén pendientes de validación clínica, los resultados del proyecto tendrán consecuencias médicas importantes, ya que se podrían traducir en terapias para la prevención o el tratamiento del asma infantil. Además de mejorar la calidad de vida de los asmáticos, estos avances reducirían la carga financiera que estos suponen para los sistemas públicos de salud.