Creación de un espacio por el cambio hacia el desarrollo sostenible a escala local
La crisis económica europea provocó que un mayor número de ciudadanos centraran su atención en los aspectos financieros en detrimento de las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Entretanto, la sostenibilidad se torna cada vez más necesaria a medida que la situación se agrava de forma progresiva. El proyecto «Individuals in context: Supportive environments for sustainable living» (INCONTEXT) debía analizar la forma de lograr, a escala local, una transición eficaz hacia el desarrollo sostenible. El consorcio, formado por nueve miembros, comenzó su trabajo realizando análisis de estudios de caso sobre iniciativas de producción y consumo alternativos emprendidas en Bélgica, Alemania y Austria para identificar los factores que impulsan u obstaculizan el desarrollo sostenible en Europa. Además, el proyecto puso en marcha procesos de transición, con la participación de ciudadanos, en tres poblaciones de Países Bajos, Alemania y Austria. Los participantes podían articular visiones de futuro detalladas sobre la sostenibilidad de sus respectivas poblaciones. El trabajo del proyecto se prolongó durante tres años, hasta octubre de 2013. Entre sus frutos se cuenta la descripción detallada de diez nociones clave. Las diversas iniciativas de base a escala local derivan en una transformación social a favor de la sostenibilidad, por lo que los responsables políticos deberían intentar que sus esfuerzos se erijan a partir de estos logros ciudadanos. Además, abordar las cuestiones específicas que afectan a las comunidades locales supone la mejor fórmula para movilizar a la ciudadanía. Asimismo, trabajar en torno a una perspectiva común puede ayudar a orientar dicha transición, a desarrollar la capacidad (tanto individual como colectiva) para facilitar el cambio y a unificar a los distintos grupos. El trabajo del proyecto corroboró que los factores individuales y sociales se relacionan entre sí cuando aparecen nuevos hábitos, y que estos pequeños avances pueden resultar alentadores. Cabe añadir que encontrar formas nuevas de organizar el consumo, la producción y la gobernanza es un proceso de aprendizaje colectivo. Los gobiernos, por su parte, pueden apoyar tales iniciativas dotándolas de espacio, en sentido físico pero también de un modo más abstracto, por ejemplo, dejando cierto de margen de discreción en la aplicación de normas y reglas, y promoviendo el diálogo y el intercambio. La no injerencia también puede ser beneficiosa para permitir el desarrollo de las iniciativas ciudadanas. Un elemento común de los (por lo demás) variados modelos alternativos consiste en que en todos se redefine constantemente la figura del consumidor y la del productor. De forma similar, que el cambio resulte duradero dependerá de que los ciudadanos y los responsables políticos se replanteen sus respectivos papeles en el proceso de toma de decisiones. Por último, el consorcio descubrió que el desarrollo sostenible es a menudo un concepto demasiado abstracto como para generar un debate realmente constructivo, aunque las cuestiones a las que se refiere resulten relevantes para los ciudadanos por sí mismas. El fruto derivado del trabajo de INCONTEXT no es sino un mayor grado de conocimiento respecto a los elementos que resultan necesarios para conseguir que en Europa se produzca un desarrollo sostenible. El proyecto contribuyó dando respuesta, a modo de programas de concienciación, a los desafíos que plantea esta cuestión.
Palabras clave
Producción y consumo sostenible, factores sociales, transición hacia el desarrollo sostenible, iniciativas ciudadanas, asociaciones, nivel local