Ecosistemas que contribuyen y perjudican a la agricultura
Los ecosistemas contribuyen a nuestro bienestar de diversas formas como, por ejemplo, aportando alimentos, agua y polinizadores y regulando el clima y las enfermedades. Estos beneficios en su conjunto se conocen como servicios ecosistémicos. Los distintos organismos contribuyen a estos servicios mediante infinitas y complejas interacciones que modulan el funcionamiento de todo el sistema. Así, las plantas que crecen junto a las tierras agrícolas aportan su granito de arena a los servicios ecosistémicos, sosteniendo a los polinizadores y a organismos que se alimentan de plagas. Como contrapartida, pueden beneficiar a las propias plagas de insectos. Gestionar el equilibrio entre costes y beneficios es fundamental. La iniciativa financiada con fondos de la Unión Europea NETWORK (Developing a biological network approach to quantify indirect costs and benefits of natural ecosystems to tropical agriculture) calculó los costes y los beneficios de los ecosistemas naturales adyacentes a las tierras de cultivo en función de distintas condiciones de gestión. Para lograrlo se estudiaron las interacciones entre una plantación de mango y la vegetación circundante. Tras entrevistarse con los agricultores para determinar las plagas relevantes, los investigadores recabaron datos anuales sobre todos los componentes de la red ecológica, como por ejemplo sobre los cultivos, la vegetación natural y los insectos polinizadores y las plagas de insectos y sus depredadores. Los datos recabados se recopilaron en un corpus de gran tamaño en el que se establecieron relaciones entre cultivos y vegetación natural a través de los insectos. Para ayudar a los agricultores a gestionar mejor el equilibrio entre sus costes y beneficios, en NETWORK se crearon modelos que predicen los efectos de los ecosistemas en la producción agrícola. Descubrieron por ejemplo que la cantidad de insectos polinizadores y plagas en los terrenos agrícolas dependían de la distancia existente hasta la vegetación natural, lo que indica que los servicios ecosistémicos provistos por la misma pueden gestionarse en cada explotación, sin necesidad de estrategias a nivel regional. El equipo al cargo también dedicó tiempo a la difusión de sus resultados entre los cultivadores de mango con los que colaboraron. Sus opiniones confirmaron la aplicabilidad del estudio al día a día de la actividad agrícola. Información de este tipo sobre los efectos de los ecosistemas naturales en el rendimiento de las explotaciones agrícolas son extrapolables a la actividad agrícola global, y contribuirá a que agricultores y responsables políticos tomen decisiones mejor fundamentadas en este ámbito.