Autonomía y salud mental
Por lo general, en las denominadas sociedades individualistas liberales (IL) el individuo prima sobre el grupo y la autonomía se considera imprescindible y un signo de salud mental. El proyecto financiado con fondos europeos ATCMENTALHEATH (A comprehensive approach to “attitudes towards contingency” in liberal-individualistic societies: The case of mental health problems hindering autonomy) analizó las actitudes públicas hacia la contingencia (ATC, attitudes towards contingency). Este término se refiere a la capacidad de las personas para volver a la normalidad tras padecer alguna alteración de su salud mental. El estudio se centró en la ATC en sociedades IL. Los miembros del equipo evaluaron si los requisitos sociales relativos a la autonomía se mantienen cuando se atraviesa una crisis personal. Los investigadores analizaron las respuestas —de carácter simbólico y funcional— de las personas ante dichas situaciones. La cuestión fundamental consistía en determinar a qué tipos de ATC recurren las personas afectadas por una enfermedad mental o alteradas psicológicamente en las sociedades en las que se requiere autonomía. Los investigadores entrevistaron a cincuenta pacientes psiquiátricos de dos instituciones de Bélgica y Francia. En el estudio se evaluó el modo en que los pacientes se servían de juegos lingüísticos para recuperarse. Los pacientes evocaban diversos elementos —entre ellos el cerebro, su infancia y entes ilusorios— para explicar sus experiencias. Las distintas configuraciones producen diversas ATC que enfatizan las conductas autónomas. Preguntando a los pacientes la forma en que se imaginaban su futuro, el equipo pudo ilustrar que estos deseaban superar sus problemas y recuperar su capacidad para llevar una vida independiente. De manera más general, la investigación también demostró que los debates sobre los problemas relacionados con la salud mental orbitan en torno a la forma en que los mismos dificultan la capacidad para ser uno mismo, llevar una vida normal y socializarse correctamente. Esto entra en conflicto con la autonomía necesaria en las sociedades IL. Por otra parte, los resultados revelaron que en las sociedades de esta clase se diferencia entre enfermos «buenos» —cuya recuperación resulta deseable— y «malos» —que no cumplen las expectativas sociales—. Los frutos del proyecto se materializaron en diversas publicaciones en revistas arbitradas, así como en manuales y artículos. Asimismo, los miembros del equipo realizaron varias charlas y entrevistas en prensa. El consorcio celebró un gran simposio centrado en los temas tratados en su estudio en Bruselas (Bélgica) durante septiembre de 2016. En este encuentro se analizó la situación de diferentes pacientes con trastornos mentales crónicos antes y después de recibir tratamiento. Los resultados obtenidos por el proyecto arrojan nueva luz sobre cuestiones sociológicas relacionadas con la salud mental, lo que puede ayudar tanto a terapeutas como a pacientes.