Los Comisarios enfrentados con el ministro austriaco sobre la necesidad de normas de coexistencia transfronteriza
Después de las declaraciones y los informes de los grupos de presión que expresaban diferentes posiciones sobre el debate en torno a la coexistencia de los organismos genéticamente modificados, los políticos tuvieron la oportunidad de airear sus opiniones en la conferencia celebrada el 5 de abril en Viena. Los dos Comisarios de la UE presentes, Mariann Fischer Boel, responsable de Agricultura y Desarrollo Rural y Stavros Dimas, de Medio Ambiente, destacaron que el debate no gira en torno a la seguridad, sino que tiene que ver con la elección, dado que todas los semillas transgénicas con licencia para su cultivo en la UE han pasado por una rigurosa evaluación de calidad. Ambos reiteraron también la opinión de la Comisión, que considera que no es el momento apropiado de proponer normas de coexistencia a nivel de la UE. "En lo que respecta a los métodos de segregación, la experiencia técnica no ha avanzado lo suficiente. Es imaginable que, en algún momento, sepamos lo suficiente como para sugerir algunas normas básicas comunes. Pero todavía no hemos llegado ahí", declaró la Sra. Fischer Boel, que piensa que los Estados miembros, por el contrario, deberían continuar introduciendo medidas a nivel nacional. Sin embargo, el ministro de Agricultura austriaco, Josef Pröll, argumentó que las medidas nacionales no siempre son suficientes, y reclamó soluciones de coexistencia transfronteriza. El Sr. Dimas apuntó a que una mejora de la evaluación de riesgos sería la mejor manera de aumentar la confianza en la coexistencia. "A pesar de que el nuevo marco reglamentario aporta una base sólida para la evaluación de riesgos, debemos asegurarnos de que la aportación científica en relación con la evaluación de riesgos es de la calidad más elevada. Los procedimientos de evaluación de riesgos deberían, por lo tanto, ajustarse todo lo que fuera necesario". Mientras tanto, la Sra. Fischer Boel señaló en su discurso que "ha llegado la agricultura genéticamente modificada y debemos contar con herramientas administrativas que nos sirvan para tratar todos los aspectos", el Dr. Dimas destacó que los organismos genéticamente modificados tienen más opositores que amigos en el seno de la UE y que no es probable que aumente la demanda de su consumo debido al bajo nivel de aceptación y, apeló a Europa para que continúe centrándose en mejorar los cultivos convencionales y orgánicos, utilizando técnicas biológicas como la selección asistida por marcadores, en la que no se utiliza ingeniería genética alguna. "No deberíamos ignorar el uso de variedades convencionales "mejoradas" como alternativa a los cultivos genéticamente modificados, principalmente cuando se puedan introducir características similares sin utilizar tratamientos genéticos. Tampoco podemos olvidar que serán en gran medida superfluas las medidas de coexistencia si estas variedades llegan a predominar en los sistemas de producción agrícola". La Sra. Fischer Boel habló también de la necesidad de investigar más, específicamente en el área de la coexistencia y declaró que mientras la Comisión está adoptando un enfoque de "no intervención" en las cuestiones legales relativas a la coexistencia, ella y sus colegas aportarán apoyo práctico a los Estados miembros en sus actividades de coexistencia. Esta asistencia incluye la financiación de las actividades de investigación que actualmente cubren las brechas de conocimiento sobre coexistencia, y el máximo aprovechamiento de la investigación actual.