Skip to main content
Ir a la página de inicio de la Comisión Europea (se abrirá en una nueva ventana)
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Contenido archivado el 2023-03-02

Article available in the following languages:

Los fabricantes de coches se enfrentan a una reducción obligatoria de las emisiones

Limitar el promedio de emisiones de dióxido de carbono procedentes de los coches a 120 gramos por kilómetro para 2012, una reducción que supone alrededor del 25% de los niveles actuales, es el objetivo central de una nueva estrategia ambiciosa que ha sido presentada por la Com...

Limitar el promedio de emisiones de dióxido de carbono procedentes de los coches a 120 gramos por kilómetro para 2012, una reducción que supone alrededor del 25% de los niveles actuales, es el objetivo central de una nueva estrategia ambiciosa que ha sido presentada por la Comisión Europea destinada a reducir de forma sustancial las emisiones de CO2 de los coches vendidos en la UE. Se espera que las nuevas tecnologías desempeñen aquí el papel más importante en la reducción de las emisiones. «Los coches más limpios, eficientes y asequibles contribuirán a reducir el nivel de dióxido de carbono en la UE, nos permitirán cumplir con los objetivos de Kioto, ahorrarán energía y fomentarán la innovación», declaró el Comisario de Medio Ambiente de la UE, Stavros Dimas. El transporte por carretera es el responsable de cerca de un quinto de las emisiones de CO2 de la UE y poco más de la mitad proceden de los coches de pasajeros. Este es uno de los pocos sectores donde las emisiones de CO2 todavía aumentan con rapidez debido, principalmente, al aumento del tráfico y a las mayores dimensiones de los vehículos. Hasta ahora, la Comisión dependía de los compromisos voluntarios de la industria automovilística para reducir las emisiones de CO2 procedentes de los coches. Sin embargo, una revisión de la Comisión desveló que estas medidas voluntarias han tenido sólo un éxito parcial, y que se necesitan medidas más contundentes que sean vinculantes a nivel legal para que la industria automovilística de la UE pueda cumplir con sus objetivos de CO2. En los próximos meses, la Comisión propondrá una legislación que exija un promedio de emisiones de los coches nuevos vendidos en la UE de los Veintisiete para cumplir con el objetivo de 120g de CO2/km para 2012. En 2004, los coches emitían un promedio de 163g de CO2/km. A través de las mejoras tecnológicas se espera que el nivel se reduzca a 130g de CO2/km, y los10g últimos procederán de las mejoras que se apliquen a otros componentes del vehículo que repercuten sobre el consumo de combustible, como son los neumáticos y los sistemas de aire acondicionado, además de la reducción en el contenido de carbono de los combustibles de carretera a través de un uso más extendido de los biocombustibles. El objetivo de 120g de CO2/km representa un promedio para todos los vehículos vendidos en la UE en un año determinado. Saber cómo se gestionará esta cuota entre los fabricantes y los vehículos se decidirá después de una amplia consulta y de evaluaciones de impacto. A más largo plazo, la estrategia pide que se investigue cómo reducir las emisiones de los coches nuevos a una media de sólo 95g de CO2/km para 2020. Las prioridades centrales de la investigación de la Comisión en el campo de la automoción se orientan al desarrollo de combustibles renovables limpios y de vehículos, y de vehículos y carreteras inteligentes. Se espera que la industria automovilística contribuya de forma sustancial a los esfuerzos de investigación y para ello ha invertido cerca de 20.000 millones de euros (el 5% de sus ingresos) en investigación y desarrollo, convirtiéndose así en el mayor inversor industrial de I+D de Europa. La estrategia reclama también que se mejore el etiquetado y anima a los Estados miembros que aplican medidas impositivas a los coches para que éstas se basen en las emisiones de CO2. La Comisión invita a los fabricantes de coches a que firmen el código de buenas prácticas de la UE para la comercialización y la publicidad de vehículos que promuevan modelos de consumo más sostenibles. La industria europea de coches se ha mostrado muy crítica con los planes de la UE. En una declaración, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles calificó los objetivos de «arbitrarios y demasiados severos», afirmando que producirán una «pérdida de puestos de empleo y la redistribución de la producción fuera de la UE, lo que afectará gravemente a varias regiones europeas». Por su parte, los ecologistas acusan a la UE de debilitar los objetivos, señalando que los objetivos originales voluntarios se situaban para los nuevos coches en un promedio de emisiones de 120g de CO2/km para 2005. El plazo se amplió a 2012. El hecho de permitir ahora que factores distintos a las mejoras tecnológicas de los vehículos contribuyan a este objetivo supone, para los ecologistas, un tercer debilitamiento de la estrategia. «No sólo la industria de vehículos falla en su compromiso voluntario de reducir las emisiones de CO2, la Comisión quiere ahora recompensar este fallo con un objetivo de eficiencia de combustibles más débil», comentó José Dings, de Transporte y Medio Ambiente. «Es una respuesta muy desalentadora respecto a los llamamientos de la semana pasada del IPCC para que se adopte una acción seria sobre el cambio climático». El eurodiputado Paul Rübig, portavoz de Industria, Investigación y Energía del Partido Popular Europeo y de los Demócratas Europeos en el Parlamento Europeo, describió la imposición de un límite vinculante sobre las emisiones de CO2 como «necesario y justificado». También contradijo las afirmaciones de la industria de vehículos que apuntaban a que la nueva estrategia dañaría la economía europea. «Podemos e invertiremos en nuevas tecnologías, en innovación y en investigación, haciendo que nuestros coches sean más seguros, tengan mayor eficiencia energética y sean más baratos de utilizar», añadió. «Es una estrategia que puede impulsar nuestra economía, crear nuevos empleos y convertir a la industria de coches europea en la primera del mundo». La estrategia se debatirá ahora en el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros. La Comisión aplicará después la estrategia basándose en las respuestas obtenidas.

Artículos conexos

Mi folleto 0 0