Las carreras universitarias crecen en importancia
La rápida y permanente expansión de los sistemas educativos ha sido una de las conclusiones fundamentales del estudio «Education at a Glance 2007», presentado, el 18 de septiembre en Berlín, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Cada vez más personas, en algún momento de sus vidas, muestran interés por la educación universitaria. El promedio es superior a la mitad de los que abandonaron la escuela en los países miembros de la OCDE. Hace cuarenta años, la media se situaba en algo más del 10 % de dicho colectivo. La OCDE indica que en los últimos diez años la matrícula en la enseñanza superior ha crecido una media del 41 %. Paralelamente, el presupuesto correspondiente ha crecido hasta más que duplicarse. Ahora bien, el éxito de la carrera superior a menudo depende de la duración del programa de estudios; cuanto más corto, más posibilidades de titulación. Valga como ejemplo que las universidades tradicionales de Alemania y Austria, con programas más largos, presentan índices de titulación no superiores al 20 %. Por el contrario, más del 40 % de los estudiantes matriculados en Finlandia, Italia y Polonia, por citar sólo algunos países, terminan la carrera. Los temores a un efecto de desplazamiento, por el que el crecimiento del número de licenciados repercutiría en más desempleo entre los menos cualificados, resultan infundados. «Actualmente, no existen indicios de "inflación" del valor laboral de los títulos de nivel universitario», aseveró en la presentación Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE. «Al contrario, en algunos de los países con mayor crecimiento del sector universitario los ingresos y prestaciones de empleo de titulados universitarios sigue una curva ascendente». La progresión de la educación superior puede incluso llegar a potenciar las oportunidades de quienes abandonaron la escuela. En Francia e Irlanda, entre otros países, el nivel de logros en la educación superior creció rápidamente entre 1995 y 2004. Simultáneamente se produjo la disminución o estabilización del desempleo de las personas menos formadas. Todo lo contrario ocurrió en Alemania, Eslovaquia y República Checa, países en que el crecimiento de la enseñanza superior fue marginal y, en cambio, fue aumentando el desempleo de los no cualificados. Así y todo, lo cierto es que los índices de empleo tienden a aumentar conforme mejoran los logros educativos en la mayoría de los países de la OCDE, según se indica en el estudio. Además, los titulados universitarios o con una formación avanzada en investigación suelen cobrar salarios un 50 % superiores a los ingresos de los trabajadores no universitarios. La tendencia general de los jóvenes es estudiar Ciencias Sociales, Económicas o Derecho. Estas carreras tienen tres veces más titulados entre los jóvenes que entre los adultos mayores. En cambio, la carrera de Ingeniería no parece despertar el entusiasmo de los estudiantes. «En Alemania, Dinamarca, Hungría y Noruega, pronto habrá más ingenieros saliendo del mercado de trabajo que recién incorporados», advierte la OCDE. El informe «Education at a Glance» es una publicación anual. En él se describen y analizan los datos de educación de los países miembros de la OCDE y varios países asociados. Son materia de estudio la participación en la educación y los resultados obtenidos, el gasto público y privado, el panorama del aprendizaje a lo largo de toda la vida y la situación de alumnos y docentes. Diecinueve de los treinta países de la OCDE son Estados miembros de la Unión Europea.