Preparación para la próxima pandemia
La «gripe española» mató a cincuenta millones de personas hace un siglo. La reciente aparición de los virus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), del Ébola y de Zika han recordado al mundo los estragos que puede llegar a provocar una pandemia. Pero quizá sea la COVID-19 la que ostenta el récord de alteración de nuestras vidas ahora que nuestras sociedades son más sofisticadas, al poner de rodillas a autoridades sanitarias bien gestionadas y provocar una cifra estimada de quince millones de muertes hasta ahora. A pesar de los antibióticos y las vacunas, los brotes epidémicos más recientes han demostrado lo vulnerable y poco preparado que sigue estando el mundo en realidad ante enfermedades muy contagiosas.
Estrategia integral para la sostenibilidad a largo plazo en la lucha contra las pandemias
Al inicio del mismo año del brote epidémico de COVID-19 en Wuhan (China), se puso en marcha el proyecto ERINHA-Advance. El equipo del proyecto, coordinado por la Infraestructura de investigación europea sobre agentes altamente patógenos (ERINHA, por sus siglas en ingles), reunió a destacadas instalaciones de alta contención europeas e incluyó a once socios paneuropeos de ocho Estados miembros. Su principal objetivo era garantizar que la infraestructura única de Europa para la lucha contra agentes altamente patógenos iniciaba su transición a una utilización satisfactoria. Para certificar que el proyecto cumplía este ambicioso objetivo, el equipo de ERINHA-Advance asentó unos cimientos firmes adecuados en los que basarse. Para empezar, creó planes de acción y estrategias para mejorar sus capacidad con nuevos miembros, aumentar la cooperación y el alcance internacionales hacia el sector, firmar acuerdos de servicio con miembros y reforzar el marco de acceso transnacional a las instalaciones y los servicios de ERINHA.
Gran nivel y gran contención para patógenos con gran repercusión
Durante el marco temporal del proyecto, ERINHA ha ampliado su capacidad de instalaciones de alta contención (niveles de bioseguridad 3 y 4) en seis nuevos miembros, de manera que abarca diez países y proporciona acceso a todos los investigadores con proyectos científicos pertinentes. Jonathan Ewbank, director general y coordinador del proyecto ERINHA-Advance, explica su importancia: «Al ser la única infraestructura de investigación de este tipo en Europa y, de hecho, en todo el mundo, ERINHA aborda una necesidad fundamental de acceso a instalaciones de alta contención y ayuda a situar a la Unión Europea al frente de la excelencia, competitividad y preparación investigadoras para afrontar amenazas de enfermedades muy contagiosas». Se admitieron seis proyectos de usuario proporcionando acceso a las instalaciones y servicios de alta contención de ERINHA. Los microorganismos contagiosos se agrupan según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud por grupo de riesgo. Dos proyectos de usuario de «grupo de riesgo 4» determinados mejoraron considerablemente el conocimiento de la fisiopatología del virus de Nipah, a la vez que respaldaron el desarrollo preclínico de una vacuna polivalente contra los virus del Ébola, de Marburgo y de Lassa. Se seleccionaron otros cuatro proyectos con estado de «grupo de riesgo 3» tras el lanzamiento de una convocatoria de propuestas urgente en respuesta a la pandemia de COVID-19. Dedicados a la investigación sobre el SARS-CoV-2, se centraron específicamente en el desarrollo de diagnósticos y tratamientos.
Retos pasados, mayor protección para el futuro
La pandemia de COVID-19 expuso carencias críticas en la respuesta de preparación e investigación europea. En el lado positivo, ERINHA pudo adaptarse a la situación y responder rápidamente a los retos planteados por la pandemia. Al echar la vista atrás, desde febrero de 2022, ERINHA ha coordinado una nueva acción financiada con fondos europeos —«Integrated Service for Infectious Disease Outbreak research» ISIDORe— y proporciona acceso libre a sus instalaciones y conocimientos especializados por medio de la convocatoria de propuestas ISIDORe. Ewbank, coordinador también de esta nueva acción, concluye: «ISIDORe es un nuevo método para la investigación sobre la capacidad de respuesta epidémica en Europa. Con nuestros numerosos socios, pretendemos demostrar que el establecimiento de una cartera de servicios de infraestructuras integrados y exclusivos para la investigación de enfermedades epidémicas puede repercutir considerablemente en el panorama de investigación de enfermedades contagiosas europeo y, a escala global, realizar una importante contribución a la preparación europea».
Palabras clave
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