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¿Hay un límite para el tamaño de un cometa?

Las rocas espaciales pueden tener formas y tamaños muy diversos. El astrónomo Bruno Sicardy desvela que la diferencia entre ellas no siempre está escrita en piedra.

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Pero antes de que podamos hablar del tamaño de un cometa, primero debemos saber qué es y qué no es un cometa. Así que, ¿qué diferencia a un cometa de un asteroide y de un meteorito? «En astronomía, un cometa es un objeto que produce polvo o gas», comenta Sicardy, astrónomo en la Universidad Sorbona. Según Sicardy, codescubridor de los anillos de Neptuno (uno de sus múltiples descubrimientos astronómicos), esto significa que lo que ayer se consideraba como un asteroide rocoso hoy podría clasificarse como un cometa. «Tan pronto como ese asteroide comienza a perder parte del polvo o gas que produce, se puede considerar como un cometa», explica el astrónomo. Sin embargo, un cometa no es un meteorito. «Lo que solemos llamar estrellas fugaces son desechos espaciales muy pequeños, a veces tan pequeños como un grano de arena —observa Sicardy—. Dado que estos desechos se están evaporando, se vuelven luminosos, que es lo que vemos». Si bien las estrellas fugaces no son cometas, eso no significa que no estén relacionadas con ellos. «Se calcula que la mitad de todas las estrellas fugaces son polvo de cometas, mientras que la otra mitad proviene del polvo emitido cuando los asteroides chocan», apunta Sicardy.

La excepción a la regla

En cuanto a la pregunta de cómo de grande puede ser un cometa, Sicardy dice que la respuesta se remonta a qué hace que un cometa sea un cometa. «La mayoría de los cometas son pequeños, con un diámetro que va de unos pocos kilómetros a 10 kilómetros», comenta Sicardy. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, el cometa Bernardinelli-Bernstein, que se espera que atraviese nuestro cielo a principios de la próxima década, tiene un diámetro de casi 140 km, lo que lo convierte en uno de los cometas más grandes descubiertos en tiempos modernos. También está el caso de Quirón, un objeto que orbita entre Saturno y Urano y que tiene un diámetro de 250 km. Si bien se clasificó como asteroide cuando se descubrió, en algún momento comenzó a producir polvo, convirtiéndose así en un cometa. «Quirón es único en el sentido de que tiene una coma detectable [una envoltura de gas], lo cual significa que es un cometa, pero tiene un volumen cincuenta mil veces mayor que el de un cometa», agrega Sicardy.

Demasiado grande para ser un cometa

En general, Sicardy afirma que cuanto más grande es el cometa, más polvo y gas emite, lo que origina esas colas características que vemos en el cielo nocturno. Pero hay un límite máximo. «Si el cuerpo es demasiado grande, la gravedad evitará que pierda material —argumenta Sicardy—. Si no pierde su gas y polvo, por definición, no se puede considerar un cometa». Tritón, la más grande de las catorce lunas conocidas de Neptuno, constituye un ejemplo de cuando un cuerpo es demasiado grande para ser un cometa. «Tritón tiene géiseres, lo cual significa que emite gas y polvo —explica Sicardy—. Pero debido a su tamaño, aproximadamente el de Plutón, su fuerza gravitacional es lo bastante fuerte como para propiciar que este material vuelva a caer a la superficie; por lo tanto, no es un cometa». Ahora bien, no pregunte si tener un tamaño similar al de Plutón es suficiente para que sea considerado un planeta. Haga clic aquí para obtener más información sobre la investigación de Sicardy: Los objetos estelares más allá de Neptuno proporcionan pistas sobre nuestro origen

Palabras clave

LUCKY STAR, asteroide, cometa, astrónomo, estrella fugaz, desechos espaciales, espacio, polvo