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BestTreat – Building a Gut Microbiome Engineering Toolbox for In-Situ Therapeutic Treatments for Non-alcoholic Fatty Liver Disease

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Tratamientos basados en microbiomas para combatir la enfermedad hepática

Los científicos han logrado comprender mejor la relación entre los desequilibrios en el microbioma intestinal y la enfermedad hepática. Esto podría ser útil para predecir el riesgo y, finalmente, transformar la forma en que se diagnostica y controla la enfermedad.

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Se estima que la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) afecta a casi el 25 % de la población mundial e impone una enorme carga a los sistemas sanitarios europeos. Los factores de riesgo incluyen una dieta deficiente, la falta de ejercicio, el sobrepeso y otros trastornos metabólicos como la diabetes de tipo 2. Los investigadores también han identificado como posibles factores causales el tener un desequilibrio en la composición del microbioma intestinal, junto con problemas relacionados con la permeabilidad intestinal. «La EHNA es una enfermedad silenciosa que puede convertirse en daño hepático grave», señala el coordinador de BestTreat, Gianni Panagiotou, del Instituto Hans Knöll en Alemania. «También se cree que es una de las principales causas del cáncer hepático». Los retos clave para abordar esta enfermedad incluyen el hecho de que la EHNA puede tener varias causas fundamentales y puede progresar de manera diferente según la persona. Por lo tanto, no siempre es fácil orientar las terapias a las necesidades individuales.

El microbioma intestinal y la enfermedad hepática

En el proyecto BestTreat, que se emprendió con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se trató de abordar este reto mediante el desarrollo de nuevos métodos terapéuticos y de diagnóstico para la EHNA. Para lograrlo, el equipo del proyecto se centró en comprender mejor el papel del microbioma intestinal. Se estudiaron las interacciones entre las alteraciones del microbioma y la inflamación en pacientes con EHNA. «Uno de los primeros hitos que alcanzamos fue descubrir cepas microbianas intestinales, metabolitos y parámetros bioquímicos que podrían ayudarnos a predecir el riesgo de desarrollar EHNA», comenta Panagiotou. «Para ello, medimos varios parámetros clínicos y metabolitos sanguíneos y analizamos la composición de la microflora intestinal en muestras de heces de pacientes con EHNA. Luego se compararon con los de personas sanas». El equipo también analizó el impacto del ejercicio y las dietas prebióticas en la susceptibilidad y la progresión de la enfermedad en pacientes con EHNA. El equipo identificó parámetros o biomarcadores que podrían ayudar al personal sanitario a controlar la evolución de dichas intervenciones.

Métodos de evaluación de riesgos basados en IA

Uno de los resultados más importantes de este trabajo sobre el microbioma ha sido el desarrollo de un modelo de evaluación de riesgos de la EHNA basado en el aprendizaje automático. El objetivo final es que esto, en última instancia, reemplace los procedimientos de biopsia hepática caros e invasivos. «Esperamos que nuestro modelo de evaluación de riesgos sirva como prueba de concepto para desarrollar herramientas de inteligencia artificial (IA) de alta precisión para diagnosticar EHNA», señala Panagiotou. «En lugar de predicciones basadas en biopsias hepáticas, esta herramienta podría permitir la determinación del pronóstico y la administración de tratamientos a nivel de población». El equipo también logró avances en la caracterización de los cambios metabólicos en pacientes con EHNA gracias al ejercicio físico y un cambio de dieta. «Mediante los ensayos clínicos con pacientes con EHNA, pudimos identificar cómo una dieta rica en prebióticos puede mejorar el pronóstico de los pacientes con EHNA», añade Panagiotou. Por lo tanto, se ha demostrado que las intervenciones simples en el estilo de vida, como el ejercicio y las dietas prebióticas, tienen potencial como terapias no invasivas, económicas y centradas en el paciente.

Cepas fúngicas y progresión de la EHNA

Se realizaron otros hallazgos importantes. Estos incluyen el hecho de que los genes proinflamatorios y la disbiosis del micobioma (un desequilibrio de las cepas fúngicas en el intestino) podrían actuar juntos y empeorar la progresión de la EHNA. «Aunque es necesario realizar más estudios, descubrimos que los hongos intestinales desempeñan un papel importante y hasta ahora ignorado en la patogénesis de la EHNA», expresa Panagiotou. Por lo tanto, el éxito de BestTreat ha abierto nuevas vías posibles de investigación en lo que respecta a la EHNA, una enfermedad que se sigue cobrando un alto precio en la salud de millones de europeos.

Palabras clave

BestTreat, hígado, microbioma, EHNA, enfermedad, intestino, IA, fúngica, micobioma

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