Transformar los residuos agrícolas en ingresos en toda África
Se prevé que la población de África alcance casi los 2 500 millones para 2050(se abrirá en una nueva ventana), lo que causará desafíos demográficos y socioeconómicos importantes. Al mismo tiempo, los cambios en los patrones climáticos y los fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático amenazan los ecosistemas, los medios de subsistencia de los agricultores y la seguridad alimentaria. El continente también sufre de una baja productividad agrícola, piensos de mala calidad y cadenas de valor dominadas por los productos básicos sin procesar y de bajo valor. En las zonas rurales de África se producen grandes cantidades de residuos agrícolas en forma de cáscaras de yuca, paja de cereales, subproductos de leguminosas y estiércol animal. Estos recursos son valiosos, pero a menudo se dejan sin usar o se queman en el campo, lo que provoca la degradación del suelo, la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin las medidas adecuadas, estas prácticas insostenibles pueden agravar la degradación ambiental, disminuir la resiliencia al cambio climático y dificultar que los agricultores salgan de la pobreza.
Tecnologías múltiples
En el proyecto BIO4AFRICA(se abrirá en una nueva ventana) se abordaron estos desafíos mediante el desarrollo de tecnologías a pequeña escala, resistentes al cambio climático, para convertir los residuos agrícolas y la biomasa en productos generadores de ingresos. «Alrededor de trescientas explotaciones agrícolas pequeñas y grupos de agricultores probaron biorrefinerías verdes, hornos de pirólisis, carbonización hidrotermal(se abrirá en una nueva ventana) (HTC, por sus siglas en inglés), briquetado, peletización y producción de biocompuestos en sitios piloto en Costa de Marfil, Ghana, Senegal y Uganda», explica el coordinador del proyecto, Jean-Michel Commandre. Las biorrefinerías verdes transformaban leguminosas y pastos en tortas de prensado para alimento de rumiantes y concentrado proteico para cerdos, aves de corral y peces. El suero de leche se analizó como fertilizante para cultivos, alimento para lechones y fuente de compuestos de alto valor con potencial nutracéutico. La pirólisis y la HTC transformaron cáscaras de yuca, cáscaras de anacardo, estiércol y otros residuos en biocarbón e hidrocarbón para los filtros de agua, las briquetas de cocina, el mejorador de suelos y los aditivos para la producción de biogás. Además, se utilizaron la peletización y el briqueteado para producir burujos para piensos destinados a ganado menor y aves de corral, así como combustibles sólidos para los hogares. Mientras tanto, se probaron biocompuestos y bioplásticos procedentes de residuos como las fibras de cacao y cáscaras de arroz para su uso como materiales de embalaje y construcción.
Los primeros de su clase
Los socios del proyecto también crearon un catálogo en línea único con más de ochenta tecnologías adecuadas para las zonas rurales de África. Según Jean-Michel Commandre: «son de libre acceso y están diseñadas para ayudar a los agricultores y a las cooperativas a identificar las soluciones circulares adecuadas». Se compiló una base de datos de materias primas de acceso libre que documenta las características, la disponibilidad y el potencial de valorización de los residuos agrícolas clave (cáscaras de yuca, mazorcas de maíz, cáscaras de cacahuete, cáscaras de anacardo, cáscaras de arroz, estiércol, etc.) en los cuatro países piloto. «Este es el primer recurso de este tipo para apoyar el despliegue de la bioeconomía basada en la evidencia en las zonas rurales de África», añade Commandre.
Decir no al desperdicio
Un éxito importante del programa de capacitación de BIO4AFRICA fue la cooperativa Kapatchiva(se abrirá en una nueva ventana) en Costa de Marfil. «Adoptaron tecnologías de densificación y pirólisis para transformar los residuos locales en burujo para alimentación animal y biocarbón, demostrando así cómo las cooperativas pueden liderar la diversificación de ingresos y la adopción de tecnología», comenta Jean-Michel Commandre. «Además, los socios y las cooperativas locales de los cuatro países africanos participantes han explotado comercialmente y ampliado las plataformas piloto, capacitando a nuevos agricultores y buscando financiación para su ampliación. La afirmación "no hay desperdicio" es muy cierta en el caso de BIO4AFRICA, porque en el proyecto se ha demostrado que los residuos y subproductos agrícolas pueden transformarse en productos valiosos de origen biológico. Se utilizan para mejorar los ingresos agrícolas, la fertilidad del suelo y la sostenibilidad ambiental», concluye Commandre.