Acelerar la transición hacia la agroecología mediante laboratorios vivientes
Las prácticas de producción de alimentos y uso de la tierra en Europa han garantizado la seguridad alimentaria, pero tiene un coste: el sector agrícola representa más del 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea(se abrirá en una nueva ventana). «Para que la agricultura europea se adapte a presiones como el cambio climático, la reducción de la biodiversidad y el agotamiento del suelo y los recursos hídricos, debe buscar alternativas al modelo de sistemas altamente intensivos y dependientes de los insumos», afirma Ulrike Ziegler, responsable científica de Projektträger Jülich(se abrirá en una nueva ventana) (PTJ). «La agroecología ofrece eso». Este cambio de paradigma agrícola en la ciencia, la política y la práctica debe equilibrarse con un suministro continuo y fiable de alimentos para una población europea, e incluso mundial, en crecimiento. Los Estados miembros, las regiones y los países asociados, junto con las organizaciones de investigación y la Comisión Europea, han unido sus fuerzas para hacer realidad estas ambiciones en la asociación AGROECOLOGY(se abrirá en una nueva ventana), coordinada por PTJ en Alemania bajo el liderazgo de Ziegler y codirigida por la ANR(se abrirá en una nueva ventana) en Francia. La asociación tiene una duración prevista de entre 7 y 10 años, con un presupuesto total provisional de 300 millones de euros, la mitad de los cuales aportará la Unión Europea. La iniciativa involucra hasta el momento a 74 socios de 26 países y regiones. En consonancia con el Pacto Verde Europeo(se abrirá en una nueva ventana), el equipo de AGROECOLOGY trabaja para forjar sistemas agrícolas productivos y prósperos que sean resilientes y sensibles al lugar, a la vez que respetuosos con el clima, el medio ambiente, los ecosistemas, la biodiversidad y las personas. «Se trata del primer intento europeo integrado de supervisar las transiciones agroecológicas en las dimensiones medioambiental, social, económica y de gobernanza, y a varias escalas, con diversas partes interesadas que desarrollan herramientas innovadoras y nuevas formas de pensar», señala Ziegler.
Construyendo las bases de prácticas basadas en evidencia
En un contexto de mayor vulnerabilidad agrícola a los impactos del cambio climático, el sector agrícola también enfrenta un creciente escrutinio público y de los medios de comunicación sobre su huella de carbono. Además, existen disparidades significativas dentro del sector agrícola. Los planteamientos y sus impactos son específicos del contexto y varían según las granjas y las regiones. En consecuencia, un enfoque clave de la Alianza es monitorear el desempeño y las repercusiones de la transición agroecológica, asegurando la sostenibilidad (económica, ambiental y social) y la igualdad. «Guiados por técnicas participativas, estamos identificando qué dimensiones e indicadores clave monitorear, qué datos, escalas y métodos utilizar, y quiénes son los actores clave. Ello ayudará a construir una base coherente pero flexible para una política y una práctica basadas en pruebas», explica Ziegler.
Facilitar una transición agrícola creada conjuntamente
El equipo de AGROECOLOGY también construye una red de laboratorios vivos de agroecología e infraestructuras de investigación para impulsar la colaboración y el intercambio entre los miembros. La red, que actualmente cuenta con 55 miembros en 16 países europeos, identifica necesidades de apoyo específicas para innovaciones impactantes basadas en el lugar y en la creación conjunta, así como para la producción y el intercambio de conocimientos. Se han previsto hasta siete convocatorias de propuestas transnacionales cofinanciadas dentro de la asociación para abordar diversos desafíos. Los primeros diecinueve proyectos cofinanciados ya están en marcha, y abarcan actividades tanto en agricultura convencional como orgánica(se abrirá en una nueva ventana). Si bien se basan en la Agenda Estratégica de Investigación e Innovación(se abrirá en una nueva ventana), las convocatorias cofinanciadas serán lo suficientemente flexibles para abarcar las necesidades y los desafíos cambiantes de la Asociación. «Los países, las regiones y nuestro equipo de alcance colaborarán para garantizar la investigación científica y la innovación necesarias a diferentes escalas para la transición agroecológica. A su vez, la investigación en agroecología beneficiará a la agricultura ecológica y ayudará a afrontar sus retos», añade Ziegler. Se ha creado un Panel anual de Expertos en Transiciones Agroecológicas (EPAT), que reúne a científicos, responsables políticos y otras partes interesadas para debatir las implicaciones políticas de las conclusiones de AGROECOLOGY, con el apoyo de los Proyectos Espejo Nacionales y la red CORE Organic(se abrirá en una nueva ventana). El equipo de AGROECOLOGY también desarrollará formaciones conjuntas destinadas a científicos y funcionarios públicos para mejorar los servicios de asesoramiento científico a los encargados de formular políticas, a la vez que creará puntos de referencia de políticas que muestren las intervenciones nacionales y regionales más efectivas e identificará los facilitadores y las barreras de las políticas para la gobernanza transformadora por parte de las comunidades locales.