Mejora de nuestro conocimiento del hielo marino
El hielo marino ocupa un lugar importante entre los recursos energéticos e hídricos del planeta. Cada vez son más los indicios de que el cambio climático está afectando a la formación de hielo marino y podría conducir a cambios considerables en el nivel de los mares de todo el planeta. Así pues, es indispensable mejorar nuestros conocimientos del hielo marino a fin de predecir con exactitud su evolución futura. Esto es exactamente lo que se propuso conseguir el proyecto IOMASA, en el que participaron varios institutos meteorológicos e instituciones académicas de relevancia de Europa. En IOMASA, la Universidad Técnica de Dinamarca (en adelante, DTU) se concentró en la emisividad del hielo marino. Se utilizaron instrumentos especializados, como la AMSU («Unidad Avanzada de Sondeo por Microondas»), para determinar valores de emisividad en regiones donde se sabe de la existencia de hielo. A partir de ahí, los científicos atmosféricos de la DTU modificaron un modelo de suelo nevado (MEMLS o «Modelo de Emisión de Microondas para Témpanos de Nieve en Capas») para aplicarlo al hielo marino. Puesto que, a diferencia de la nieve, el hielo marino contiene salmuera, era importante tener en cuenta el aumento de permitividad asociado a dicha salmuera, sobre todo en el hielo marino de formación reciente. Para ello se utilizaron fórmulas de Polder-Van Santen. Para que fuera válida la banda de frecuencias del MEMLS, fue necesario calcular el coeficiente de dispersión del hielo marino a partir de la teoría de la dispersión. Los científicos de la DTU observaron que la aproximación de Born, que obedece a una ley de la energía, era la más apropiada. Además, puesto que la precisión mejora a medida que aumenta la frecuencia, se puede explotar la banda superior del espectro de las microondas. La DTU busca medios para seguir desarrollando el modelo inicial creado en el marco del proyecto IOMASA. Se espera posibilitar la estimación precisa de las superficies de hielo marino a partir de los datos de teledetección recabados de los satélites que observan la Tierra.