Entender los aspectos económicos de los cultivos energéticos
Los cultivos energéticos son plantas que pueden quemarse para producir electricidad o procesarse para convertirlas en combustibles líquidos. A fin de garantizar la adopción de estos biocombustibles en la cartera energética de Europa, es necesario asegurar su viabilidad económica para que los agricultores europeos puedan producirlos. Agroeconomistas de la Universidad Agrícola de Atenas (AUA) asumieron este reto en el marco de proyecto BIO-ENERGY CHAINS. A fin de tener en cuenta todos los costes directos e indirectos, se desarrolló un modelo de cultivo energético específico, llamado evaluación económica de la bioenergía (BEE). La AUA aplicó el modelo a distintas hipótesis para determinar la influencia de diversos parámetros como la oposición entre monocultivo y policultivo. Se produjeron costes de cultivo para distintos tipos y combinaciones de cultivos energéticos, para diferentes países, etc. También se calcularon los costes adicionales del almacenamiento y el transporte, dependiendo de la cantidad de biomasa seca, la distancia recorrida y la forma del cultivo energético: bolita, bulto, fardo o partículas de madera. Los investigadores de la UAU descubrieron que el policultivo no resulta, en general, tan atractivo económicamente como el monocultivo, aunque puede resultar conveniente en algunas circunstancias. De particular valor son los cálculos de la AUA del precio límite de los distintos cultivos energéticos. Estos resultados pueden ayudar a impulsar la política agrícola y energética en el futuro.