Moscas de la fruta para conocer los procesos del aprendizaje
No es nada nuevo que investigadores, laboratorios y psicólogos hayan tratado de comprender el aprendizaje y la memoria desde hace siglos. El estudio del aprendizaje puede realizarse desde distintos enfoques como por ejemplo en los niveles subcelular, genético y bioquímico. Una forma de examinar el aprendizaje y la memoria es analizar cómo se comunican entre sí las neuronas. El proyecto financiado con fondos comunitarios «Canales de potasio dependientes de voltaje» se dedica a investigar el aprendizaje de la drosófila o mosca de la fruta. En biología celular, los canales Kv hacen referencia a canales de potasio dependientes de voltaje que son mecanismos y zonas que desempeñan una función en la forma en la que las neuronas del cerebro se comunican entre sí. El equipo de investigación de este proyecto confía en que el estudio de los canales Kv contribuirá a aclarar los mecanismos que rigen el aprendizaje y la memoria. Con esto en mente, el equipo estableció un método multidisciplinario en el que tienen cabida la genética molecular, la bioquímica, la imagen celular, la electrofisiología y pruebas sobre el aprendizaje. Gracias a la velocidad de reproducción y crecimiento rápidos de la drosófila se pueden criar mutantes específicos con la estructura genética deseada para así facilitar la realización de experimentos encaminados a averiguar aspectos concretos como los canales Kv. Para ello se «mutan» poblaciones específicas de drosófila para cada tipo de canal Kv relacionado con los distintos órganos del insecto (lóbulo antenal, corpora pedunculata, etc.). El proyecto está identificando y estableciendo cuáles son éstos para estudiar cambios neuronales y sinápticos. Estos cambios se registran en paralelo a cambios conductuales, un proceso que identifica canales KV concretos que participan en el conocimiento y la memoria. La investigación aportará conocimientos importantes sobre la memoria y el aprendizaje en moscas de la fruta con resultados que podrán aplicarse a los humanos. Esto acercará a los investigadores a conocer mejor los mecanismos del aprendizaje y puede que desemboque en el desarrollo de un tratamiento para las discapacidades del aprendizaje, la pérdida de memoria, etc., todo gracias a la modesta mosca de la fruta.