Un diagnóstico más preciso del cáncer de ovario
El diagnóstico de esta variedad de cáncer es complicado; un gran número de casos no se detectan en una etapa temprana porque los métodos de detección en uso no poseen especificidad y sensibilidad suficientes. El tratamiento habitual consiste en cirugía seguida de quimioterapia. Por desgracia, el 25 % de las pacientes recaen seis meses después de administrar la terapia, un indicio claro de las graves carencias de ésta. La reaparición del cáncer de ovario se detecta por determinados síntomas clínicos o niveles séricos de la proteína CA 125 (mucina 16). Sin embargo, el uso de la CA 125 como indicador para la detección temprana de este cáncer resulta controvertido, puesto que su concentración no es elevada en todas las pacientes que de hecho lo padecen. Ante esta situación, los responsables del proyecto OVCAD («Cáncer de ovario: diagnóstico de un asesino silencioso») se propusieron mejorar los métodos para la detección del cáncer de ovario en fase mínima residual con el fin de reconocer a aquellos pacientes que no responden bien al tratamiento habitual. El consorcio responsable del proyecto creó un banco de tumores de ovario que contiene materiales biológicos procedentes de tejidos sanguíneos y tumorales de 300 pacientes. Estos materiales se sometieron a un análisis de ADN, ARN y proteínas para tratar de dar con una «firma molecular» que delatase la enfermedad en fase mínima residual. De este modo se hallaron y validaron una serie de biomarcadores candidatos para distintas etapas de esta afección. Los integrantes del equipo estudiaron asimismo el mecanismo responsable de la resistencia farmacológica observada en pacientes de cáncer de ovario. Consiguieron aislar células cancerosas del torrente sanguíneo empleando una técnica que consta de tres pasos y analizaron su expresión proteínica y las alteraciones genómicas correspondientes. Así concluyeron que constituyen una población celular heterogénea. Además durante la investigación se desarrolló un método terapéutico novedoso consistente en el uso de anticuerpos contra las células cancerosas. Con la plétora de datos obtenidos se conformó una base de datos que resultará de utilidad en futuras colaboraciones entre los socios integrantes del consorcio. El perfil molecular revelado por los resultados del estudio servirá para predecir la respuesta de pacientes al tratamiento común y la progresión de la enfermedad. Con estos hallazgos, se espera que mejoren las técnicas de detección del cáncer de ovario y que puedan desarrollarse nuevas terapias más beneficiosas para estas pacientes.
