Un enfoque global para la terapia contra el cáncer centrada en vías específicas
Los socios del proyecto financiado por la Unión Europea Intact («Identificación de nuevas dianas para la terapia del cáncer») se propusieron aplicar tecnologías avanzadas de genómica y proteómica a la identificación, mediante cribado de alto rendimiento, de nuevas moléculas de señalización y de dianas moleculares que sean fundamentales para la supervivencia de las células tumorales. La validación in vivo en ratones y en modelos de xenoinjertos humanos, que permiten imitar con fidelidad las afecciones patológicas, podrían después dar lugar a nuevas estrategias terapéuticas. El consorcio del proyecto estaba compuesto por un equipo multidisciplinario de científicos de alto nivel combinado con pequeñas y medianas empresas (PYME), en el que se fusionaban satisfactoriamente la excelencia académica con la experiencia comercial en el cribado de genes y la identificación de dianas moleculares para el tratamiento del cáncer. Los investigadores desarrollaron tecnologías de cribado de retrovirus con lecturas asociadas a fenotipos particulares de células u organismos modelo. De esta manera, pudieron establecer el vínculo entre los genes y su contribución a un determinado fenotipo. Por otra parte, los socios de Intact recopilaron información sobre la contribución funcional de los genes a vías específicas del cáncer. Un gran logro del proyecto consistió en el desarrollo de cribas capaces de detectar sistemáticamente pérdidas de función en células de mamíferos. Para ello, los investigadores desarrollaron nuevas técnicas de cribado basadas en ARN de interferencia (ARNi) y códigos de barras. El cribado del ARNi es una tecnología potente que permite a los investigadores silenciar de manera sistemática los genes que les interesan en una célula, y cuyos efectos pueden luego relacionarse con un determinado fenotipo o a la pérdida de una vía. Gracias a estas plataformas tecnológicas, los investigadores del proyecto lograron identificaron posibles nuevos oncogenes y genes supresores de tumores. Otra línea de estudio del proyecto muy prometedora se centró en el acortamiento de los telómeros y la estabilidad del genoma. Los miembros del consorcio también estudiaron los genes y cascadas que se sabe que están asociados con la formación de tumores y que incluyen las vías del factor de crecimiento transformante beta (TGF-beta), de la proteína del retinoblastoma (pRB), de la proteína supresora de tumores p53 o del complejo promotor de la anafase (APC). En su planteamiento, los socios del proyecto también trataron la necesidad de identificar dianas farmacológicas a escala del genoma completo. Los resultados han proporcionado una plataforma sólida de intervención para desarrollar un programa terapéutico del cáncer más eficaz basado en el conocimiento.